La muerte de dos pacientes este martes en el Centro de Atención Psicofamiliar El Niño y El Mar encendieron las alarmas de los trabajadores, que decidieron realizar una protesta pacífica para exigir alimentos, insumos y medicamentos.
Por María Lourdes Arráez / La Verdad de Vargas
Uno de los pacientes que murió tenía 31 años y apenas pesaba 16 kilos 200 gramos, lo que los trabajadores atribuyen a la falta de alimentos que padecen desde hace meses y que se agravó desde principios de este año, pues los proveedores no les llevan proteínas y con lo poco que tienen se las deben ingeniar.
Aunque prefirieron el anonimato para no ser víctimas de represalias, contaron con detalle lo que sucede en el centro de salud. “Los niños se nos están muriendo de hambre, ayer murieron dos, en menos de un mes se han muerto siete pacientes por desnutrición, aparte de sus patologías y que no tienen medicamentos”.
Explicaron que el miércoles en la mañana dieron de desayuno arepas con un poquito de zanahoria rallada que llevó el personal, y que el almuerzo sería un kilo de lentejas donado por una trabajadora para distribuirlo entre los 60 pacientes que quedan recluidos.
“Los pacientes de aquí lo que están comiendo es arepa sin nada, pasta sancochada, bollito solo, fororo sin leche y sin azúcar. En lo que va de año, no han comido nada de proteína, por eso es que están en esas condiciones, han bajado mucho de peso”.
Relataron que el personal es el que se ha encargado de llevar algunos insumos, “aquí no hay nada de comida, si ven un arroz con aliños eso lo traen los empleados. La información que nos dan es que no han conseguido quién despache. La cooperativa que se hacía cargo del despacho dice que no llevan comida por la deuda que tiene Sanidad con muchos supermercados. Mercal habló claro y dijo que hasta que no les paguen, no vuelven a abastecernos”.
Indicaron que hace como un mes recibieron una donación de 12 kilos de carne gracias a la ayuda de la chica de la despensa que hizo un enlace con una carnicería de La Páez, y usaban un kilo diario para rendirla, cuando lo normal deberían ser de 6 a 10 kilos para poder brindar un menú balanceado.
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