Actualmente tiene dos años y, desde que nació, sus padres han querido priorizar su cualidad como individuo, lejos de estereotipos y prejuicios sociales, publica abc.es
Un género lo más neutro posible. Así están criando y educando Kyl y Brent Myer a su retoño de dos años, Zoomer. Sin asignarle ningún rol ni un calificativo de «niño o niña». Los progenitores no le dijeron a nadie el sexo de su bebé, para evitar que fuese clasificado en un grupo u otro.
El pasado verano, otra historia saltó a los medios. Se trata de Searyl Atli, un bebé canadiense registrado sin género, como «indeterminado», algo que se consiguió por primera vez gracias a su progenitor, Kori Doti. Fue toda una revolución que hizo plantearse a las administraciones esa tercera opción de «género neutro» en documentos oficiales.
Pese a no tener datos de este tipo sobre «Z», así llaman sus padres a Zoomer, lo cierto es que esta criatura ya se educaba así antes de nacer Atli. A través de un blog, Raising Zoomer, la familia Myer habla de la crianza de su retoño. «Decidimos no asignarle un género a Zoomer y solo saben su verdadero sexo familiares cercanos».
Durante estos dos años, «Z» ha vivido rodeado de todo tipo de juguetes y se ha vestido con vestimenta sin limitaciones. Dependiendo del día, hay quien piensa que es niño o niña, incluso ambos si viste con dos conjuntos en un mismo día.
Estos padres reconocen, además, que tienen que hacer frente a numerosos comentarios y preguntas sobre su retoño. «Llega un momento en el que no nos molestamos en contestar. Elegimos cuándo y a quién explicarle las cosas», comentan en el blog.
Llegará a elegir
Los Myer tienen claro que «Z» será capaz de elegir y crear su personalidad a través de experimentar y divertirse en lo que le gusta. Por ello, creen que escogerá un género cuando tenga, más o menos, tres o cuatro años.
«Simplemente, creemos que no es cosa nuestra tomar la decisión en su nombre», afirman, al igual que confiesan que, con esta educación, «tendrá la libertad de explorar y crear su propia identidad, sin importar las expectativas de un género u otro».