Walter Patricio Arizala, alias Guacho, tiene menos de 30 años, unos 200 hombres en armas y un lánguido récord de guerra como militante de las Farc en Nariño y Cauca. Sin embargo, en las últimas tres semanas desató una crisis de seguridad en la frontera con Ecuador que incluso desencadenó el traslado de la mesa de diálogos con la guerrilla del Eln y tensó las relaciones con Quito, publicó El Tiempo.
En efecto, tras el secuestro y asesinato de un equipo del diario ‘El Comercio’ de Ecuador (Paúl Rivas Bravo, Javier Ortega Reyes y Efraín Segarra), el presidente de ese país, Lenin Moreno, tomó varias decisiones. Ordenó que se desatara una operación conjunta en la frontera para ultimarlo. Pero, a la vez, y tras varias críticas por una fallida negociación con ‘Guacho’ y la supuesta debilidad de su gobierno frente a las embestidas de la mafia, dio instrucciones para que se levantara la mesa de diálogos con el Eln.
Y si bien analistas y medios siguen señalando a ‘Guacho’ como el gran responsable de la crisis, que el Gobierno colombiano ha manejado con tacto y diplomacia, fuentes federales y la propia Fiscalía de Colombia le aseguraron a este diario que el exguerrillero, nacido en la localidad de Limones (Ecuador), es una mera ficha del poderoso cartel de Sinaloa, que entró como uno de los grandes jugadores en el tablero mafioso que tiene literalmente capturado el municipio de Tumaco, Nariño, y sus alrededores.
Desde hace más de un año, El Tiempo reveló que ‘Guacho’ lideraba uno de los 12 grupos mafiosos que hacen presencia en esa zona, que acumula más de 25.000 hectáreas de cultivos de coca, laboratorios y corredores naturales para disparar la droga ya procesada hacia Centro América y Estados Unidos.
Pero, el nuevo dato, que compartieron agencias federales con la Fiscalía, es que, aprovechando la bonanza cocalera que vive Colombia, ‘Guacho’ fue reclutado por la mafia mexicana, que a cambio de coca le entrega armas, equipos de comunicación y recursos, que lo han convertido en el amo y señor de la delincuencia en la frontera con Ecuador.
“La elección de ‘Guacho’ no fue al azar. Es el más sanguinario de los jefes de bandas que operan en esa zona y tiene contactos a ambos lados de la frontera. No es gratuito que el gobierno de Lenin Moreno haya capturado ya a varios de sus familiares”, le dijo a El Tiempo un investigador.
Por ese poder y respaldo mafioso que se está destapando, Washington le pidió al Gobierno colombiano, hace un par de semanas, reactivar de inmediato la lucha antidrogas en la frontera con Ecuador. Esta lleva años paralizada como consecuencia de los reclamos del gobierno de Rafael Correa, antecesor de Lenín Moreno, que incluso escalaron hasta instancias internacionales con el argumento de que el glifosato estaba afectando personas y cultivos.
También se responsabiliza a Colombia de haber bajado la lucha contra los narcocultivos por causa los diálogos de paz con las Farc: cifras del Departamento de Estado ya hablan de más de 188.000 hectáreas. De hecho, ese iba a ser uno de los puntos claves de la agenda de la fallida visita del presidente Trump al país.
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