La corrupción nos empobrece, por Rosana Sosa García

La corrupción nos empobrece, por Rosana Sosa García

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Según el FMI, la corrupción se come el 2 % del PIB mundial. En Venezuela esa proporción es seguramente mucho mayor. La corrupción es una suerte de septicemia institucional. Se origina en la debilidad del estado de derecho. ¿Cómo combatirla? Hay que reducir la impunidad. Revisar el marco legal. Asepsia en los recursos humanos. Adecuar los procedimientos para evitar la discrecionalidad. Descentralizar la función contralora. Los medios deben contribuir a crear conciencia social. Hay que Desregular la economía

Causas y soluciones Parte 1





En la historia del Fondo Monetario Internacional por primera vez se le otorga tanta importancia a combatir la corrupción. Su presidenta C. Lagarde señalaba “el descenso del percentil 50 al 25 en un índice de corrupción corresponde a una caída de más de ½ punto porcentual del PIB per cápita de los ciudadanos y el 2% en lo que a la relación entre la inversión y el PIB se refiere”.

La reciente Cumbre de Las Américas, reunión de jefes de Estado del continente en Lima, le dio la mayor relevancia en el acuerdo firmado entre sus mandatarios. Dejando al descubierto que la corrupción incluye también a la empresa privada. El caso de Odebrecht, la gigantesca empresa brasileña, es demasiado emblemático. La investigación, destitución, renuncia y encarcelamiento de mandatarios latinoamericanos por casos de corrupción muestra cuán profundo se ha instalado ese flagelo en la sociedad del subcontinente.

La corrupción hay que tratarla como una enfermedad infecciosa. Si se descuida la prevención y no se ataca la enfermedad en sus inicios se extiende a lo largo del sistema sanguíneo y mueren los tejidos, órganos como si se tratase de una septicemia institucional.

Identificar las causas en detalle para acometer acciones eficaces es un reto que traspasará varias generaciones, hay que comenzar. Veamos:

1- De la septicemia Institucional a la devolución de su legitimidad

La corrupción tiene su origen en la debilidad del estado de derecho. Cuando la discrecionalidad fomentada por el abuso de poder político hegemónico impone las reglas, las instituciones pierden su funcionalidad. Y al perder su autonomía se convierten en instrumentos de poder político. En ese punto la independencia de funciones institucionales desaparece al estar al servicio de intereses distintos a la naturaleza de sus funciones.

En Venezuela todo el aparato institucional funciona por y para intereses políticos particulares, desmembrando toda la plataforma institucional al hacer de las políticas públicas un instrumento del caudillo y su grupo. Una terrible situación que afecta la economía, la creación de riqueza, y por tanto nos empobrece.

El país ha devenido en una suerte de Pranato, término derivado del lenguaje carcelario venezolano utilizado para definir el ámbito de operaciones de los Pranes o jefes delictivos y asimilado por la jerga callejera para identificar no sólo a los jefes de las bandas delictivas sino a quienes delinquen con los dineros públicos amparados en la impunidad.

El grado alcanzado por la corrupción en Venezuela amenaza incluso nuestra existencia como nación. Asociado a la corrupción se extienden los tentáculos del narcotráfico que ha penetrado todos los niveles del Estado venezolano. Avanzando peligrosamente a pasos acelerados hacia su desintegración.

Algunas Recomendaciones:

A. Reducir la impunidad e imponer sanciones penales como requisito para demostrar la fuerza inicial de las acciones para el combate de la corrupción. Se impone ser contundente y utilizar todo el apoyo logístico internacional para identificar activos y actuar con todo el peso de la jurisprudencia internacional.

B. Revisión profunda del marco legal institucional para redefinirlas en coherencia a los objetivos de cada una de ellas sin intervención de ideologías y fines políticos/partidistas.

C. De la revisión y reasignación de la visión, metas y objetivos se deben depurar las inconsistencias entre las leyes que se solapan y colidan.

D. Legitimar las Instituciones en un proceso de limpieza de recursos humanos imponiendo credenciales y haciendo valer la meritocracia.

E. Sistematizar con niveles informáticos idóneos todos los procesos para lograr transparencia, tales como todas las compras del estado.

F. Adecuar los procedimientos a modelos cuantitativos para la toma de decisiones evitando la discrecionalidad, parámetros de costo/beneficios, estadísticas para las finanzas públicas, etc.; que permitan procedimientos mecanizados en especial en todo lo referente a las contrataciones del Estado central y descentralizado.

G. Optimizar la masificación de la información a todos los estratos de la sociedad. La población debe tener el detalle de cómo se han gastado e invertido los recursos. Ello en un proceso de descentralización de la función publica permite la incorporación para la defensa y preservación de recursos.

H. Operativizar sanciones por mala praxis en la función pública, extendida a todos los actores públicos y privados que participan en un proceso de hacienda pública y administración financiera. Por ejemplo, los contratistas de obras que no cumplan con sus metas físicas en tiempos definidos no tendrán derecho a la extensión contractual y serán sujetos a reintegros al fisco.

I. Se deben estandarizar los costos y gastos en bases de datos informáticas a fin de evitar los sobreprecios, actualizándolo según sea el caso y que la varianza sea soportada sobre bases técnicas no funcionales.

J. Descentralización de la función contralora como eje de revisión sistemática para el cumplimiento de las leyes. ´

2- La actuación de los medios de comunicación como interventores de una nueva conciencia social

El instrumento contralor y potenciador de los medios como garantes de la ciudadanía es una herramienta muy útil. Permite expandir sociológicamente un mensaje de valores para reestablecer la moral familiar y social con énfasis en la honestidad y los principios éticos.

Hacer extensiva esta campaña de concientización a todos los programas educativos, sustituir las campañas para ideologizar políticamente por la conducta moral y ética.

3- Desregular la economía:

Los controles son perniciosos en una sociedad, activan la discrecionalidad y el uso y abuso de poder para fines lucrativos personales. El control de cambios es la expresión más lamentable del daño causado.

La liberalización de los precios y la desregulación de la economía se hará menos proclive la acción de un funcionario con poder y legitimidad para establecer el precio de su función pública.

Continuará…

Por Rosana Sosa García
Economista PHD