El magistrado Gilmar Mendes, uno de los once miembros de la Corte Suprema de Brasil, descartó este viernes la posibilidad de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva pueda disputar las elecciones presidenciales de octubre próximo pese a figurar como el máximo favorito en todos los sondeos.
“No veo posibilidades de que pueda prosperar en el Supremo Tribunal Federal (STF) un recurso que habilite a Lula para disputar las elecciones”, afirmó el magistrado en una entrevista con corresponsables extranjeros en Río de Janeiro.
Mendes aclaró que la legislación es clara al inhabilitar electoralmente a un condenado en segunda instancia, como es el caso de Lula, y que la única forma en que puede inscribir su candidatura es si consigue que un tribunal anule la pena a 12 años de prisión que le fue impuesta en un proceso por corrupción y lavado de dinero.
“Se trata de un caso de inhabilitación aritmética. En la única hipótesis en que puede disputar las elecciones es si consigue que su condena sea revocada”, aseguró.
Pese a que Lula está en prisión desde el 7 de abril para cumplir su condena por corrupción, a que enfrenta otros seis procesos y a que la ley lo inhabilita, el Partido de los Trabajadores (PT), la formación que fundó y lidera, ha dicho que inscribirá su candidatura presidencial en agosto próximo.
La formación pretende presentar recursos ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) y ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte, para que se le permita disputar el pleito.
Pero Mendes, uno de los miembros de esta última corte, asegura que la Ley de Ficha Limpia, que inhabilita a condenados en segunda instancia y fue aprobada casi por unanimidad en el Congreso por presiones incluso de grupos vinculados al PT, está en vigor y no puede ser alterada antes de las elecciones de octubre.
“El propio Lula sabe que no puede disputar las elecciones, pero el PT insiste en su candidatura por una estrategia de supervivencia. Lula es la única figura capaz de unir la izquierda”, afirmó.
“El Supremo ya se pronunció favorablemente sobre la Ley de Ficha Limpia y la refrendó. No hay cómo cuestionar la ley”, agregó.
Mendes dijo entender la estrategia del PT de insistir en la candidatura debido a que sin Lula el partido carece de fuerza.
“Si el PT asegura que no tiene plan B y que su única opción es la candidatura de Lula es porque sabe que su unión y la de la izquierda depende de Lula”, afirmó.
El magistrado también negó las acusaciones de que Lula es perseguido por la Justicia debido a que su juicio fue supuestamente mucho más rápido que el de numerosos políticos enjuiciados desde hace años y que han conseguido alargar indefinidamente sus procesos.
“El problema son las pruebas. Sin pruebas contundentes es difícil que un proceso avance rápidamente”, dijo.
Agregó que el considerado líder más carismático de Brasil tampoco se puede decir un perseguido de la Justicia debido a que 8 de los actuales 11 miembros del Supremo fueron nombrados por su Gobierno y el de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff.
“Lo que ocurrió fue que, cuando asumió el poder, el PT, que tenía una pequeña base parlamentaria, buscó apoyo de otros partidos a los que les propuso como contrapartida la distribución de recursos”, afirmó al referirse al caso conocido como “mensalao”, un escándalo de corrupción que puso a temblar al Gobierno de Lula en 2005.
En la época el Supremo condenó a varios aliados políticos de Lula que recibieron ilegalmente recursos públicos a cambio de apoyar las iniciativas del Gobierno en el Congreso.
“Tras el mensalao, optaron por otro sistema, el petrolao (en una referencia a los desvíos en la petrolera estatal Petrobras), por el que se toma la mayor empresa del país y se establece que parte del valor de todos sus contratos será distribuido entre los partidos (que apoyan el Gobierno)”, agregó.
Según Mendes, todas las fuerzas políticas de Brasil, y no exclusivamente el PT, son investigadas por la Justicia sin distinción partidaria.
“No pueden decir que eso es una persecución. El PT sabe que no hay ninguna persecución. El problema de Lula es lo que hizo y lo que no hizo”, aseguró.
Mendes dijo que, independiente de su inhabilitación, Lula pueda dejar la prisión antes de las elecciones, lo que depende de una discusión que tendrá la Corte Suprema sobre la posibilidad de que un condenado solo tenga que cumplir su pena tras una decisión de tercera instancia y no solo de segunda.
“Además hay una figura tradicional en Brasil que es el habeas corpus de oficio, que un magistrado del Supremo puede conceder en caso de que considere que alguien sufre una injusticia”, agregó.
EFE