Venezuela vive una dictadura. La afirmación es válida para muchos, aunque genera dudas en otros, porque no se trata de una dictadura clásica en la que una bota militar manda directamente y no permite que absolutamente nadie se exprese, por ninguna vía.
Pero sí estamos ante un régimen autoritario de corte totalitario, y la demostración más clara, entre otras, es que los ciudadanos hemos perdido el derecho a elegir libremente a nuestros gobernantes. El Gobierno, a través del Consejo Nacional Electoral (CNE), con la ayuda del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ha venido eliminando derechos políticos de forma progresiva después de la elección de la Asamblea Nacional (AN) con mayoría opositora en diciembre de 2015.
Para brindar un panorama más claro a los ciudadanos y mostrarles cómo llegamos a esta crisis institucional, Acceso a la Justicia lanza su especial El Camino a la Dictadura. Se trata de una campaña que describe en tres secciones cómo el Ejecutivo ha dejado a un lado la Constitución, que tanto defendió el propio chavismo en sus inicios.
La investigación es complementada por un video que pone en evidencia las contradicciones del discurso presidencial y hace un recuento de violaciones de derechos humanos en el país; y por infografías que permiten al lector hacer un seguimiento en el tiempo de decisiones importantes del TSJ que ayudaron a construir el régimen de Nicolás Maduro y entender cómo derechos básicos, tales como la alimentación y la salud, le están siendo vulnerados a la población venezolana.
Hemos llegado al punto en que el presidente de la República realizó una convocatoria para elegir una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin consulta popular, con una sola propuesta ideológica y constituida por representantes de un solo partido, el del Gobierno, y con poderes que van mucho más allá de redactar una nueva Constitución. Como si esto no bastara, el 20 de mayo se celebrará una elección presidencial ilegal, por ser anticipada y hacerse juntamente con las elecciones legislativas estadales sin oposición y sin garantías.
El Gobierno nacional además ha desarrollado otros mecanismos —entre los que destaca el estado de excepción— que han configurado un golpe de Estado continuado con el objetivo de lograr la dominación del pueblo venezolano con la complicidad de otros Poderes Públicos, totalmente subordinados a los intereses del partido de Gobierno. En este aspecto resalta el rol del TSJ: cuando un ente no sigue la línea gubernamental, este es anulado y sustituido, como hizo con el Parlamento con mayoría opositora.
Estaremos publicando sucesivamente más capítulos de cómo ha recorrido el Gobierno este camino a la dictadura, así como nuevos vídeos e infografías.
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