El fiscal jefe de Kenia ordenó el viernes a la policía que investigue el colapso de una represa en una granja comercial en el Valle del Rift que acabó con la vida de decenas de personas, cuando el agua se precipitó por una ladera y arrasó con todo a su paso.
Al menos 44 personas murieron cuando la reserva de la granja, que cultivaba rosas para exportar a Europa, se rebalsó el miércoles por la noche tras fuertes lluvias. También se ha informado de 40 desaparecidos.
La oficina del fiscal público dijo en Twitter que había ordenado al jefe de la policía “realizar investigaciones exhaustivas para establecer la causa y culpabilidad, si la hubiera” del desastre y que presente un informe dentro de dos semanas.
El periódico Daily Nation citó a funcionarios del Gobierno diciendo que la represa y otras en la granja Solai, de 3.500 acres y situada a 190 kilómetros al noroeste de Nairobi, no habían sido autorizadas por ingenieros del Gobierno.
Los aldeanos también se quejaron cuando fueron construidas las represas y acusaron al dueño de la granja de quitarles el acceso al agua del río, según el diario.
El administrador general de la granja, Vinoj Kumar, atribuyó el colapso de la pared de la represa a lluvias torrenciales en un bosque sobre la estructura y negó que tuviera fallas o que no haya recibido las aprobaciones necesarias.
“¿Cómo pueden decir que es ilegal? No fue construida hoy ni ayer. Fue construida hace 20 años”, declaró a Reuters.
Tras una fuerte sequía el año pasado, África oriental ha sido golpeada por dos meses de fuertes lluvias que han afectado a casi un millón de personas en Kenia, Somalia, Etiopía y Uganda. Han desaparecido puentes y carreteras se han convertido en ríos de lodo.