Unos tres mil extranjeros, la mayoría de ellos colombianos, cumplen condena en centros penitenciarios de Ecuador, donde se les aplica las mismas políticas de reinserción social que a los internos locales.
La viceministra de Atención de Personas Privadas de la Libertad, Lilian Guzmán, detalló que unos dos mil colombianos, 145 peruanos, un centenar de venezolanos y unos 60 mexicanos cumplen condena en estos momentos en ese país, después de haber violado el Código Orgánico Integral Penal ecuatoriano.
Subrayar que el global de reclusos en cárceles de su país ronda los 37 mil.
Sin referirse a los delitos por los que habían sido condenados, Guzmán subrayó que los internos extranjeros cuentan con las mismas oportunidades de rehabilitación social habilitadas para todos y que aparecen descritas en el segundo capítulo de derechos y garantías de las personas privadas de libertad.
El artículo 12.4 de ese Código indica que el Estado ecuatoriano “reconoce el derecho al trabajo, educación, cultura y recreación de las personas privadas de libertad y garantiza las condiciones para su ejercicio”.
Guzmán explica en ese sentido que “el Estado ecuatoriano ofrece trabajo”, por ejemplo, al recluso para “con fines productivos y comerciales”, una vez que “cumpla con su condena y obtenga su libertad”.
Sin embargo, la solución más plausible para la viceministra ha sido desde que llegó al cargo, hace apenas un año, la de tratar de repatriar a este tipo de reclusos, de la misma forma que aspira a que los presos ecuatorianos en otros países cumplan sus condenas en Ecuador.
Lo ve desde una perspectiva de derechos humanos, y no tanto como solución al conocido problema del hacinamiento en las cárceles ecuatorianas, pues los extranjeros apenas representan un pequeño porcentaje del monto total de reclusos.
Según datos de finales de 2017 publicados por el diario El Telégrafo, en las cárceles ecuatorianas había hacinamiento en 33 de los 55 centros penitenciarios del país, donde la capacidad óptima es de unos 25 mil reclusos.
EFE