Felipe Pérez Martí: La consulta tipo 16J para elegir presidente. Oportunidad y riesgos

Felipe Pérez Martí: La consulta tipo 16J para elegir presidente. Oportunidad y riesgos

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Estimados venezolanos.

El Movimiento Libertadores ha estado proponiendo una elección presidencial mediante una Consulta tipo 16J.





En esta carta, quiero aclarar algunas dudas sobre el tema de la seguridad que eso implica. Y sobre el tema de sus probabilidades de tener éxito. Haré un análisis esquemático y resumido, pero con profundidad teórica, y auto-contenido para quien no esté familiarizado con la argumentación, con un modelo fácilmente generalizable para abarcar situaciones más complejas de tipo político.

1.

El tema de la calibración de fuerzas y juego de facto.

En un juego de facto como este en el que nos ha metido el gobierno, lo importante para su desenlace es la fuerza relativa de los contendientes. Ya a estas alturas sabemos que esto no se decide por votos. Es una lucha de facto. Para ilustrar un poco el tema, visualicemos qué pasa en un mundo en que eso ocurre de manera normal, que puede ser aplicado, con muy pocos cambios, a la realidad política de los humanos: una manada de perros salvajes o de jirafas, para el caso social. O en la confrontación entre arañas que pugnan por una telaraña, para el caso individual.

En el caso de los animales sociales, normalmente hay un perro líder de la manada. Y usa su prerrogativa para mandar, en particular, para aparearse con las hembras respectivas.

Cómo se decide quién es el el jefe en en caso de los grupos sociales de animales? No es por votación, por supuesto. Es por medición de fuerzas. Por calibración. Normalmente el, o los aspirantes, esperan a hacerse fuertes, y que, a la vez, el líder se haga viejo, débil, o se enferme.

Cuando el aspirante piensa que la fuerza relativa le favorece, promueve la calibración de fuerzas. Notemos dos cosas importantes.

2.

El tema de la disyuntiva: “o votamos, o nos matamos”.

Si los animales, o los humanos, como lo dice la historia, no votan para designar al jefe, el enfrentamiento no es a muerte si hay una diferencia en las fuerzas relativas para la confrontación fáctica. Al medir fuerzas, luego de estar seguros los contendientes de sus fuerzas relativas, el jugador más débil se retira. El fuerte se queda con el territorio. En el caso de las jirafas, esto es muy claro, pues lo que ellas hacen es que comienzan a darse golpes con sus cuellos. Eso no es mortal.

Pero en el caso de los perros, o las arañas, la confrontación puede producir la muerte del más débil si la pelea pasa de una escaramuza de calibración. Y también están programados, por genética y por aprendizaje social (en eso consisten los juegos cuando pequeños), a parar la confrontación para evitar la muerte del más débil. Los perros que se demuestran más débiles en la escaramuza respectiva, por ejemplo, ponen la barriga al otro en señal de rendición: confían en que el fuerte no los va a matar. Y de hecho, no los mata, porque no es óptimo desde el punto de vista social, como han aprendido por millones de años de aprendizaje.

Los animales están capacitados para saber quién es el más fuerte. En el caso de las manadas, por contacto físico directo. Pero en el caso de las arañas, la vibración de la telaraña cuando la aspirante se monta, y se mueve, con ese propósito, es suficiente para que cada araña en la contienda de las dos, tiene capacidad de calibrar su peso relativo con relación a la otra. Y esa calibración determina su estrategia óptima: dejar la telaraña a su contrincante en el caso de la menos pesada, o quedarse con la misma si su peso es superior.

De hecho, en teoría de juegos, la formulación matemática de los mismos permite ver claramente lo que pasa cuando se sabe quién es el más fuerte, y quién el más débil. El único equilibrio de Nash es aquel en el que el fuerte juega “coraje”, y el débil “gallina”. He descrito este juego, aplicado a nuestra situación política, aquí:

https://www.aporrea.org/ideologia/a235750.html

http://tyht.cgixix.com/2016/10/18/felipe-perez-marti-obediencia-constitucional/

3.

Cuándo hay calibración? Cuando hay información asimétrica

En segundo lugar, según se puede deducir, si hubiera otra forma de detectar quién tiene más fuerza relativa, las mencionadas escaramuzas de calibración no se producirían. La razón es que la escaramuza produce con frecuencia gasto de energía innecesaria si no fuera para ese propósito, pues es una energía que se puede usar para cazar, para proteger a la manada, para aparearse.

Sin embargo, en muchos casos es necesaria la calibración, pues hay lo que se denomina “información asimétrica”, que implica que solo el propio jugador conoce sus fuerzas. O quizá ni eso, pues para saberlo realmente necesita medirse con el contrario (en este caso se dice que hay, además “información incompleta”). Y el conocimiento pleno no es necesario realmente, sino una estimación, luego de la escaramuza, que permita tomar una decisión, que realmente es una decisión por una suerte de inferencia estadística. Los animales están equipados para eso, genéticamente y/o por aprendizaje, como se ha podido observar.

4.

El caso de la cobardía

En algunos casos, los animales, a pesar de tener fuerza, no se miden. El dicho popular lo expresa así, en el caso de los perros: “perro cobarde no hace perritos”. Porque aún sin enfrentar al más fuerte, el más débil, que sí que está dispuesto a la medición, termina apareándose con la perra en cuestión.

5.

El caso del bluffing

También pasa con frecuencia, cuando hay información asimétrica, que el jugador más débil, ante la posibilidad de perderlo todo, alardea de una fuerza que no tiene. Pasa en el póquer, con el bluffing. En nuestro caso político, pasa con el gobierno, que alardea de una fuerza que no tiene al desplegar su aparato represivo, de lo cual hablaremos ahora.

6.
Votos, o confrontación fáctica?

A estas alturas, sobre todo luego de lo que precedió y siguió el mega fraude del 20 de Mayo, podemos reafirmar lo que hemos dicho desde hace tiempo, y que a estas alturas ya la gran mayoría del pueblo venezolano lo sabe: este juego no es un juego en el que se decida por votos quién es el jefe de la manada, aludiendo de nuevo al ejemplo animal. Las jirafas hembras no se reúnen para votar por cuál es la jirafa macho se van a decidir para aparearse. Tenemos que actuar como lo hacen los aspirantes a líder, si estiman que tienen suficiente fuerza como para retar al presente jefe, que es un dictador de facto.

7.

Fuerzas relativas hoy en Venezuela, y la estrategia óptima: la del
coraje.

En Venezuela, desde hace tiempo, el gobierno es mucho más débil que las fuerzas potenciales de la oposición. Lo he estado diciendo también desde hace tiempo. Con publicaciones en Prodavinci, La Patilla, El Estímulo, Aporrea. Ahora cada vez más gente está clara sobre esto. Citaré como ejemplo este buen artículo de Nitu Pérez Osuna, que reseña lo que dicen tres autores, acertadamente, sobre esto: Asdrúbal Aguiar, José Toro Hardi, y Carlos Blanco:

https://gunow.vcoud.com/article/Nitu-Perez-Osuna-No-es-viable-esta-rodeado-recemos-para-que-se-acabe-Opinion

Lo cierto es que tenemos más fuerza relativa que el gobierno en todos y cada uno de los elementos determinantes: la voluntad política de los venezolanos; la calle; la comunidad internacional; y la fuerza armada. El gobierno domina el aparato represivo, es verdad. Pero como dijimos arriba, es lógico que el jugador débil trate de amedrentar al contrario con un alardeo falso de fuerza, o bluff.

Por lo tanto, según lo expreso en mi planteamiento estratégico original, la estrategia óptima es la del coraje:

_http://tyht.cgixix.com/2016/10/18/felipe-perez-marti-obediencia-constitucional/_

_https://www.aporrea.org/ideologia/a235750.html_

8.
La táctica para cambiar el gobierno: un nuevo liderazgo opositor

La mala calidad de la dirigencia opositora, y su estrategia de la gallina, o cohabitación, es lo que ha explicado que no se ha jugado la estrategia correcta, la del coraje, como hemos argumentado. Afortunadamente está surgiendo una nueva dirigencia, que está jugando coraje. Pero el soberano debe decidir a qué liderazgo seguir.

Una enseñanza básica de gerencia te dice que si una empresa ha sido quebrada por la los administradores, los dueños deben cambiarlos por unos nuevos que le generen confianza, por su historial, que tengan una nueva estrategia, una correcta para enfrentar las circunstancias. Es claro que la gerencia saliente, y la nueva, no van a poder llegar a acuerdos sobre si repartirse la nueva administración. Así que, para poder dirimir ese conflicto, el dueño de la empresa, en nuestro caso el soberano, la ciudadanía, debe intervenir. Debe elegir quién dirige la empresa ahora.

Así, pues, el mecanismo democrático es el que va a permitir que la oposición se una. Así se logra la unidad, pero no desde arriba, por acuerdos prácticamente imposibles en este momento, sino a partir de la decisión ciudadana.

En conclusión si los sectores de la oposición que han cometido errores son realmente democráticos, deben permitir un mecanismo de expresión popular que nombre al nuevo liderazgo opositor. Si los nuevos aspirantes a líderes lo son también, deben no solo permitir que eso ocurra, sino propiciarlo.

9.

Obtener dos soluciones por el precio de una: elegir un nuevo gobierno.

Además, se trata de elegir un nuevo gobierno. No solo de una nueva dirigencia opositora. Por eso la propuesta de la Consulta tipo 16J. El nombramiento de un nuevo gobierno por la vía del TSJ-L no es la vía correcta, aunque es una táctica alternativa de coraje, por lo que hemos explicado aquí:

https://www.aporrea.org/ideologia/a264460.html

10.

Qué hacer si la dirigencia desprestigiada no quiere elegirse?

Muy probablemente los partidos desprestigiados no van a querer elegirse. No van a querer someterse al veredicto de la ciudadanía. En ese caso, es natural una alianza entre el soberano y los partidos y líderes emergentes para realizar una elección.

Es de estimarse que al anunciarse un evento como ese, la ciudadanía lo vea como la alternativa. Y algunos partidos que quieren deslastrare de sus errores, se sumen. Sabemos que están en discusiones internas importantes sobre si seguir la estrategia del coraje, o dejar de lado la cohabitación.

Es óptimo anunciar el evento desde el nuevo liderazgo y la sociedad civil. Adhesiones posteriores no dañarían la imagen del evento, sino que le darían relevancia.

10.

Integración de la Consulta presidencial tipo 16J, con la propuesta de Ecuador

La propuesta de un plebiscito hecha por Ecuador puede interpretarse como una acogida de ese país, y de la comunidad internacional, a un deseo y una propuesta de los venezolanos. En efecto, es una buena oportunidad para impulsar la elección presidencial por una Consulta tipo 16J. Es claro que puede aprovecharse para ir más allá del simple rechazo a Maduro, pues no queremos quedarnos en la agenda del gobierno. Además de que el 20M ya se rechazó a Maduro, su CNE, y su ANC fraudulentas e ilegítimas, como lo había hecho el pueblo el 16J. Encima de eso, ya lo rechazó la OEA. De manera que aprovechemos esta excelente iniciativa para ir más allá: para elegir un nuevo gobierno. Creo que Ecuador y la comunidad internacional estarían de acuerdo con esta interpretación de su propuesta.

El evento sería el disparador de un equilibrio de coordinación, del tipo “sun spot equilibrium” (evento visto por todos, y que coordina a todos, aún si antes no se hubieran puesto de acuerdo entre sí) de todas las fuerzas que pueden activarse para la calibración final de facto: la ciudadanía y los sectores sociales (trabajadores, estudiantes, empresarios, comunidades, iglesias, ONG, etc), fuerza armada institucional, comunidad internacional, partidos del coraje, chavismo opositor democrático.

La idea sería hacer un evento como la Consulta tipo 16J, pero aprovechando sus ventajas, y corriendo sus errores. Sus ventajas incluyen una elección paralela al CNE, legítima, legal-constitucional (convocada por el mismo soberano), con mucho entusiasmo unitario. Las desventajas corregidas ahora: un nuevo liderazgo emergente, con un efecto de bola de nieve sobre todos los opositores, consecuente para acatar la decisión, y la coordinación con los otros factores determinantes, fuerza armada y comunidad internacional. La idea sería que luego del evento, todos estos sectores hagan pronunciamientos públicos desconociendo a Maduro, y reconociendo al nuevo presidente, al nuevo gobierno.

10.

De si es seguro hacer un evento de Consulta tipo 16J

Ha habido dudas sobre la seguridad de un evento como este. Según se dice, el gobierno no va a dejar que se realice, pues lo verá como una amenaza. De este tema hablaré aquí.

Qué pasaría si nos activamos? Pues es posible que tengamos algunas bajas. Pero analicemos las cosas fríamente y con algún detalle.

La idea es que en cada centro de votación se arme una asamblea ciudadana, que proteja el desarrollo del evento. Tanto la votación, como su seguridad, que la gente se instale en el sitio, y lo proteja como suyo. En cada barrio, urbanización, comunidad parroquial, etc. Similar a lo del 16J, pero con la asamblea permanente. Cada persona vota, pero no se va del sitio. Permanece ahí deliberando, y protegiendo.

Creemos que eso sería suficiente, si hay una veeduría internacional, los medios, las redes sociales, y se han activado la mayoría de las organizaciones de la sociedad civil: sectores y comunidades, incluyendo iglesias, trabajadores, empresarios, estudiantes, partidos del coraje, etc.

1.

Los colectivos

Sabemos que el general de la Defensa, Padrino López habló contra ellos. No tienen apoyo, ni de los militares institucionalistas, ni de los maduristas. Desde que ocurrió lo del Mariscal Óscar Pérez. Los colectivos contestaron atacando a dicho general, diciendo que son los garantes de la “revolución”. Sabemos, tanto por la teoría, como por la evidencia que nos ha llegado, que ellos no se inmolarían por Maduro. Seguirían sus propios intereses. Además, están realmente asustados, como nos ha llegado. Y no actuarían sin un apoyo de los aparatos represivos del estado.

Para que los colectivos activarse contra un evento de este tipo, tendrían que ir contra la población civil, en los sitios naturales de la gente, como en sus hogares mismos. En todo el territorio nacional simultáneamente. Los colectivos no tienen la logística para hacer eso, ni tienen la moral de combate para hacerlo, pues se trata de una activación de una confrontación final, que va a tener el desenlace en que triunfa la gente que quiere retomar su país, o triunfa el gobierno, muy debilitado. Y ellos lo saben, lo cual los puede malponer con su comunidad luego de la caída de Maduro. Lo van a pensar dos veces.

2.

La fuerza armada.

Sabemos que es un polvorín, a punto de explotar. Hay prácticamente más presos militares que presos políticos. Y es algo que no se va a detener, pues el gobierno no ataca las causas del problema (el hambre en los cuarteles, y todo lo relacionado), sino los efectos (mete presos a quienes se quejan, aún si no están conspirando). El nivel de desconfianza es muy grande. Y no han logrado colocar a gente de confianza de ellos en puestos claves.

Una acción de la fuerza armada contra una actividad como esta, desencadenaría, según estimamos, una reacción en cadena contra el gobierno. Una sublevación final. Pues la gran mayoría de ellos están contra Maduro. Y esperan esto para activarse, como lo han dicho repetidas veces los insurrectos en sus alocuciones públicas.

La parte de la fuerza armada que reprime, la Guardia Nacional, y la Policía Nacional, forman bloques de contención cuando los manifestantes tratan de llegar a sitios protegidos, como Miraflores, el CNE, etc. Cuando hacen una marcha hacia sitios externos a tu territorio. Pero cuando la gente hace asambleas pacíficas, como estas, normalmente no ocurre. Ni siquiera cuando hay manifestaciones contra la falta de electricidad, agua, gas. Si esto se hace simultáneamente en todo el país, con más razón será inmanejable una represión en los sitios de asambleas, con todas las cámaras centradas en esto, y todos las fuerzas mencionadas esperando un disparador para activarse.

3.

El salvoconducto

Las fuerzas represivas, como lo dijimos arriba, están diseñadas realmente para alardear falsamente de fuerza. No para confrontar la fuerza contraria. Si un evento como el propuesto pasa sin una capacidad de disuasión suficiente por parte del gobierno, la batalla está prácticamente ganada de nuestro lado. Y esperamos que ocurra como hemos dicho, por lo comentado. Claro que si lo hacemos, ellos se verán en peligro, como delincuentes que son, y podrán intentar hacer lo imposible, recurriendo a acciones desesperadas, como cuando se acorrala a una rata. Por eso es que conviene que sepan, de antemano, que se ofrecerá un salvoconducto para su salida: te interesa recuperar tu espacio, no matar a la rata, que te puede sacar un ojo si pones en peligro su vida.

Realmente no tienen otra alternativa, una vez que esto se active. Así que por propia racionalidad de los jugadores, en realidad verán esto como una oportunidad de tener una puerta trasera para su salida, ante opciones más drásticas que son posibles, como una insurrección general ciudadana, un golpe de estado, o una intervención internacional, que bien pueden poner en peligro sus vidas. El evento, pues, sería una actividad pacífica, que garantiza una salida pacífica para ellos también. Si lo ven como una oportunidad de su salida, es claro que no la van a sabotear, sino más bien a proteger, por lo menos haciéndose la vista gorda, como ocurrió el 16J.

4.

La alternativa si no nos activamos.

Primero que todo, ya hemos dejado claro que el “incumbente”, el gobierno, es más débil que nosotros, si nos activamos. Qué pasaría si no nos activamos, y dejamos que las cosas sigan su curso? Seguiría el desmembramiento de la nación, la somalización, las muertes por hambre, enfermedad, quiebras de empresas, destrucción del país. Vale la pena asumir el riesgo relativo, por este cálculo general.

5.

Debería elegirse un presidente en el exilio? Un inhabilitado? Un preso?

Lo ideal sería un presidente aquí mismo en el país, pues asume el liderazgo y su responsabilidad. Debe estar preparado para ser metido preso. El solo hecho de ser ungido por la legitimidad de la ciudadanía como el presidente electo, de facto, activa todas las fuerzas, y produciría la esperada calibración final.

Sabemos que la fuerza armada, por cierto, no se calibra en caliente, sino por llamadas telefónicas, básicamente, para definir quién tienen más tropa, tanques, etc, y quién tiene apoyo logístico internacional en materia satelital, etc. Esto garantiza una salida no violenta, igualmente, en grandes dimensiones, por lo que dijimos arriba.

12.

El gobierno de transición: el último jefe de la manada.

Debemos garantizar que el nuevo gobierno no se va a quedar como “jefe de la manada”, en el sentido de los ejemplos animales. Debe quedar claro que el gobierno luego de este, de transición, va ser escogido por la votación entre los ciudadanos. Por lo tanto, el gobierno de transición debe comprometerse a no reelegirse, pues tendrá incentivos, si tiene éxito, para quedarse. Por otro lado, si no se compromete a estar solo en la transición, los partidos que aspiran a elegirse luego no lo apoyarían. Y, como resultado de eso, no tendría éxito, por falta de gobernabilidad. Alguien elegido debe tener como objetivo sacar al país de la situación en la que está, con tiempo para tomar medidas apropiadas. Su incentivo será su satisfacción personal, y el legado histórico de su mandato.

13.

Resumen y conclusión

En conclusión, creemos que están dadas las condiciones para una jornada exitosa, democrática, participativa, con saldos de organización popular perdurables, de cara a la transición y al futuro, para retomar al país, sacando a este gobierno, al que, durante la calibración final, hay que ofrecerle un salvoconducto para minimizar los costos de su salida.

Habrá problemas de seguridad, potenciales. Pero muchos más serán los problemas se seguridad, y muertes, si seguimos con este régimen, seguimos adormeciéndonos, y transitando la vía hacia una nueva Cuba.

Sabemos que es posible una acción armada interna, o incluso una intervención internacional. Pero no podemos contar con eso, y cruzarnos de brazos. Debemos organizarnos internamente, y más bien coordinar acciones en que todos los actores se motiven para actuar a la vez, en una jornada democrática que está llamada a ser exitosa, por el entusiasmo que puede generar en la población como la últiama carta a su disposición para recuperar su país, en particular con el apoyo internacional que se ha activado ya desde la decisión de la OEA de condenar y desconocer al régimen que nos tiene secuestrados.

Como vimos, “perro cobarde no hace perritos”. Pero no nosotros pertenecemos a una estirpe de libertadores con coraje, no de cobardes. Llegó la hora de activarnos para hacer lo que nos corresponde ahora para la liberación de nuestro país.

Cordialmente y pendientes,

Felipe