La Congregación de los Sagrados Corazones anunció este lunes la recepción de una denuncia en contra del sacerdote Juan Andrés Peretiatkowicz, que lo acusa de abusos sexuales y de poder, en un nuevo escándalo que golpea a la Iglesia chilena.
La denuncia indica que Peretiatkowicz habría cometido los abusos a finales de la década de los ochenta pero no da mayores detalles sobre los hechos.
“Como congregación religiosa expresamos nuestra voluntad y compromiso de investigar en profundidad y con rigurosidad estos hechos, y a luchar decididamente en contra de la cultura del abuso y el encubrimiento que nos enrostra el papa Francisco”, indicó el comunicado titulado “La dolorosa verdad y la búsqueda de la justicia”.
Peretiatkowicz, de 82 años, se encuentra hace cinco años sin encargos pastorales por razones de salud. La investigación la realiza una abogada experta en derecho canónico y un religioso, quienes recibirán nuevos testimonios sobre el caso.
“Creemos que esta es la única vía de reparación para quienes se han visto vulnerados o abusados”, agregó el comunicado.
El caso se une a decenas de denuncias sobre abusos cometidos por sacerdotes y el encubrimiento de éstos, cometidos por miembros de la jerarquía de la Iglesia chilena, que hoy vive la peor crisis de su historia.
El papa envió por segunda vez en cuatro meses a Chile al obispo Charles Scicluna y al monseñor Jordi Bertomeu, quienes el domingo durante una misa pidieron perdón de rodillas en nombre del pontífice a la comunidad de la ciudad de Osorno (sur), dividida tras la designación en 2015 del obispo Juan Barros, acusado de encubrir al cura pederasta Fernando Karadima.
Durante su estadía –que concluye el martes- los enviados del papa recibieron nuevas denuncias, anunciaron que entregarían ayuda técnica y jurídica a las diócesis chilenas para enfrentar nuevos casos de pederastia y que instaurarán una nueva instancia para recibir las acusaciones sobre abusos.
La justicia chilena también investiga los abusos de curas. La semana pasada allanó las oficinas de las diócesis de Santiago y Rancagua.
AFP