Humberto Cazorla, escultor que modeló en arcilla y luego llevó al bronce, con peso de más de 200 kilos, esta réplica del emblemático Escudo de La Asunción, lamenta el robo de la obra. “Más que un costo monetario, es la pérdida de una pieza de arte integrada al espacio urbano”, publica El Sol de Margarita.
Yanet Escalona | @YanetEscalona
Queda un pedestal vacío, pero también los delincuentes que cargaron con el Escudo de Armas emblemático de La Asunción, dejan a la gente estupefacta, porque más que costo monetario, la acción delictiva es sinónimo de pérdida de valores, y del aprovechamiento banal de una pieza llena de simbolismo y ya integrada a lo urbano”.
“Qué ciudadanos estamos formando, se pregunta el artista, —aún decepcionado— Nunca imaginé que llegaría a presenciar esto”, dijo.
Humberto Cazorla, quien en los 80 fue encomendando por la municipalidad de Arismendi para hacer el Escudo, lamenta que haya tenido este triste destino.
“Tras el encargo, lo modelé en arcilla, hice copia en yeso y el original fue llevado al bronce. Se vacía el original en cera perdida que va al horno y luego se funde”, explica.
“El gobierno debe meterle el ojo a los chatarreros, porque aparte del bronce, también buscan todo lo que es cobre y aluminio, para venderlos; no les importa si es arte. Imagínate si desmantelan las esculturas urbanas del Maestro Narváez, por ejemplo”, agrega. En este caso es una obra de más de 200 kilos, que estaba instalada a la entrada de La Asunción, en la intersección de la avenida 31 de Julio. Aspira que otras de amigos escultores e incluso suyas no tengan el mismo final.
Justo en la redoma cerca de la Gobernación, está otra escultura suya: “Ave Avizorando la Ciudad”, la cual fue instalada para conmemorar los 400 años de La Asunción, y además, se encuentra en la Biblioteca Pública estadal “Loreto Prieto Higuerey” la titulada “Merodeando la intimidad”, ambas de su autoría, modeladas en arcilla y luego llevadas al bronce. Se remonta al día en que el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa acudió a su taller en Bello Monte (Caracas), para encargársela. La obra sería financiada por la Biblioteca Nacional. Cazorla le preguntó a su paisano asuntino: “¿por qué yo, y no por ejemplo el maestro Narváez?”, y Prieto le dijo “porque nuestro admirado Narváez tiene el camino abierto y tú en cambio, sí debes encargarte de echar adelante el movimiento escultórico”, refiere Cazorla, quien suma larga trayectoria.
Capital colonial
Como referencia del Escudo de Armas originario, José Joaquín Salazar Franco “Cheguaco” en el libro La Asunción, ciudad procera, alude al historiador y académico Rosauro Rosa Acosta, cuando este precisa que el 27 de noviembre de 1600, “el rey Felipe III hace merced a la ciudad de La Asunción de un Escudo de Armas”.
También “Cheguaco” se encarga de resaltar la importancia de esta capital llena de cultura y tradición, la cual es “por antonomasia”, la ciudad de Margarita”, y fue la capital colonial de la provincia de Margarita, creada en 1777 como parte de la Capitanía General de Venezuela. Su centro fue declarado Monumento Histórico Nacional el 23 de noviembre de 1976; tiene, sin dudas, sello histórico.