Corto y picante: “Fuera Maduro”, por @FariasJoseLuis

Corto y picante: “Fuera Maduro”, por @FariasJoseLuis

José Luis Farías @FariasJoseLuis

¡Quién podría creerlo! Asistimos a una cruel paradoja, el peor momento de la dictadura coincide con el peor momento de la oposición política venezolana.

El régimen confronta la caída de la producción petrolera que lo tiene próximo al punto de “Ingreso 0” lo cual provocará un colapso económico sin precedentes y una crisis militar que es ya un suceso incontrolable. En tanto la oposición formal sufre la desintegración de la MUD, la ausencia total de iniciativa política y la desaparición del liderazgo entre el silencio absurdo y la sumisión perruna.

Pero no nos desalentemos.





Afortunadamente, no es ese el caso de la protesta social que aumenta a un ritmo vertiginoso, crece exponencialmente. Se estima en más de veinte las protestas diarias y se plantean en dos grandes bloques que se complementan y marchan hacia una mayor coordinación para hacer más efectiva la lucha. El de los trabajadores en sus reclamos laborales (por mejoras salariales y contra la hiperinflación y la escasez) y el de lo vecinos por los servicios públicos (Clap, transporte, agua, luz, salud, gas, inseguridad, etc.).

La crisis económica ha devenido en el resurgimiento de la movilización social, en una ola indetenible de protestas populares cuyo contenido no tardará en alcanzar su esencia política para ponerle fin a este oprobioso régimen en el corto plazo.

La gente sabe que sus aspiraciones no serán cubiertas por este régimen delictivo y está consciente de que cuanto le den se volverá sal y agua, esta convicción torna inexorable el salto hacia el plano político de su lucha para exigir en la calle un cambio de régimen.

En las protestas comienza a oírse de modo espontáneo el ¡Fuera Maduro. Nuevo Gobierno Ya!. Una consigna que se irá extendiendo y presionando sobre la clase política, el mundo militar y el escenario internacional, a los cuales no le quedará otra que actuar para restablecer la Constitución y corregir los males. Sin duda, un avance cualitativo muy importante en la lucha por detener la pesadilla que nos agobia.