El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, tildó hoy de canallescas una recientes declaraciones del exjefe de Estado Rafael Correa sobre que la discapacidad del actual gobernante le provocó una “amargura” que le lleva a supuestamente actuar de manera “patológica” contra él.
EFE
“El hecho de calificar la posibilidad de que (una persona) convierta en una amargura perversa su discapacidad me parece que es una discriminación terrible”, manifestó Moreno en un encuentro con la prensa extranjera sobre unas recientes declaraciones a un medio español de Correa, que asegura ser un perseguido político.
El exmandatario aseguró al medio que “algunas veces las personas que han sufrido una tragedia como la que él sufrió, él era un deportista, le metieron un balazo en la espalda y quedó condenado a una silla de ruedas, guardan una amargura, una frustración con la vida, una frustración hacia los demás que no han sufrido esa desgracia que cuando tienen poder deforman esa amargura”.
“Nosotros creemos que va por ahí también el asunto, porque es demasiado grave ya, es patológico”, apostilló Correa, siempre según ese medio.
Moreno quedó postrado en una silla de ruedas en 1998 tras sufrir en Quito un disparo a quemarropa por delincuentes que lo asaltaron, perdiendo la movilidad en ambas piernas.
El presidente se refirió hoy a ese episodio de su vida y reveló que cuando recibió el disparo y se vio obligado a usar una silla de ruedas, tuvo “una nueva oportunidad en la vida”.
Y señaló que entonces era un empresario “que veía para arriba, para delante”, pero entonces aprendió que “hay seres humanos que pasan momentos muy difíciles, a los cuales hay que amar, respetar y ayudarles a que sigan adelante” y que la nueva circunstancia le ayudó metafóricamente a “mirar desde abajo”.
Moreno, quien fue vicepresidente durante los primeros años de la década de gobierno de Correa, consideró que los comentarios sobre su discapacidad ofenden a todo un colectivo.
“Utilizar una canallada de ese tipo, me parece que es desacertado y menos de un expresidente de la República”, apostilló Moreno.
El gobernante de 65 años consideró que “no se pueden atribuir ciertos comportamientos de perversidad, de criminalidad a que tengan su origen en aspectos de este tipo, así como no podría decir que ciertos tipos de comportamientos delictivos tuvieron origen en aspectos familiares y sociales”, anotó.
Moreno aseguró que no tiene espacio para la amargura y se declaró una “persona feliz”, en paz consigo mismo y que procura actuar de acuerdo a sus principios.
El actual presidente, quien fue enviado especial de la ONU sobre Discapacidad y Accesibilidad, ha sido reconocido en Ecuador y en instancias mundiales por su trabajo en favor de los discapacitados con las misiones “Manuela Espejo” y “Joaquín Gallegos Lara”.
Correa ha sido procesado en un caso de secuestro de un exdiputado opositor en 2012, y se encuentra prófugo de la Justicia ecuatoriana que ha solicitado a Interpol una orden de detención internacional por su incomparecencia ante un tribunal de Quito. EFE