Monseñor Mario Moronta le dio lectura a una Carta Pastoral donde anunció que los obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se reunirán con su santidad el papa Francisco en la ciudad del Vaticano el lunes 10 de julio de 2018.
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Un total de 45 obispos entre residenciales y auxiliares viajaran hasta Roma para exponer la situación del país. Moronta aclaró que la visita no tiene como propósito establecer una mesa de trabajo o buscamos soluciones sino a recibir las orientaciones de su Santidad.
A continuación el oficio:
CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA
En Comunión con el Obispo de Roma
y la Iglesia Universal
CARTA PASTORAL AL PUEBLO DE DIOS EN VENEZUELA.
A todos, gracia y paz en el Señor.
1. Partícipes del gozo y la esperanza, así como de las angustias y dificultades de nuestro país, por ser pastores del pueblo de Dios, al cual pertenecemos, nos dirigimos a todos los venezolanos y les reafirmamos nuestro compromiso de servicio. Por tener “el gusto espiritual de ser pueblo” (Cf. Ev.G. 268ss) asumimos la tarea de construir la comunión entre nosotros y con las demás Iglesias particulares esparcidas por el mundo, en estrecha y permanente adhesión al Obispo de Roma.
LA VISITA AD LIMINA APOSTOLORUM.
2. Los Obispos, en el ejercicio de su ministerio dentro del pueblo de Dios, prestan un servicio a la unidad de fe y comunión. Con su trabajo pastoral en cada una de sus Iglesias locales, son el vínculo de unión con el Papa, Obispo de Roma y Sumo Pontífice de la Iglesia Universal. Esta unidad en la fe y en la comunión se expresa de manera especial en la Visita Ad Limina Apostolorum, actividad que todos los Obispos del mundo, por disposición del Derecho Canónico, deben realizar periódicamente. A los obispos venezolanos nos corresponde hacerla durante el mes de septiembre de este año 2018. La misma tiene por objeto fortalecer la responsabilidad de los pastores como sucesores de los Apóstoles y su comunión jerárquica entre sí y con el Sucesor de Pedro. Las dos últimas Visitas ad Limina de los Obispos venezolanos tuvieron lugar en los años 2002, siendo Papa San Juan Pablo II y durante el año 2009 bajo el Pontificado de Benedicto XVI.
3. Puesto que se trata de un acontecimiento que involucra no sólo a nuestras personas sino a las comunidades que representamos, nos dirigimos a Ustedes, miembros del Pueblo de Dios, para dar algunas orientaciones en relación a la mencionada Visita Ad Limina.
4. El nombre que se da a esta Visita alude a los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. La veneración y peregrinación a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo tiene un profundo sentido espiritual y de comunión eclesial. Efectivamente, de este modo queda expresada la unidad de la Iglesia —fundada por el Señor sobre los Apóstoles y edificada sobre el bienaventurado Pedro— con el mismo Jesucristo como piedra maestra angular y su «evangelio» de salvación para todos los hombres (CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS, Directorio para la Visita Ad Limina, II).
5. Por otra parte, el encuentro con el Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, custodio del depósito de la verdad transmitida por los Apóstoles, tiende a consolidar esta unidad, fundada sobre la misma fe, esperanza y caridad y a dar a conocer mejor y a apreciar el inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que toda la Iglesia, en comunión con el Obispo de Roma, ha difundido por todo el mundo (Ibidem III). Este encuentro incluye también reuniones con los Dicasterios de la Santa Sede, para estudiar temas más precisos de la vida de la Iglesia en cada país.
6. En nuestro caso, se tiene previsto el encuentro con el Santo Padre el día 10 de septiembre, en horas de la mañana. El Papa nos recibirá en conjunto a todos los Obispos de la Conferencia Episcopal, con quienes tendrá un diálogo fraterno acerca de la vida de la Iglesia y la situación del propio país. Además, el Santo Padre nos dará un mensaje para orientar e iluminar nuestra vida eclesial y trabajo de la Iglesia en Venezuela para los próximos años. Con nuestra presencia en Roma, ratificaremos nuestra comunión con el Papa Francisco, quien siempre ha mostrado una seria y decidida preocupación por Venezuela, que agradecemos de todo corazón. A él y a sus más inmediatos cooperadores les haremos sentir la voluntad de libertad, justicia y paz de todo nuestro pueblo, golpeado por la crisis que vive la nación. Con toda seguridad, llevaremos la voz de los más pobres y pequeños de nuestra sociedad venezolana. La Visita Ad limina será expresión de la vida y compromiso de todos: Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos.
7. Durante los días de la Visita Ad Limina Apostolorum se tiene concelebraciones eucarísticas en cada una de las Basílicas Mayores (San Pedro, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán), con la participación de sacerdotes, seminaristas y religiosas de Venezuela que se encuentran en Roma. Pueden estar seguros que estarán siempre en nuestra oración y en cada uno de los planteamientos que hagamos al Santo Padre y que sabemos nos animará con su mensaje y su bendición.
8. Los Obispos hemos enviado a la Sede Apostólica un Informe, de acuerdo a un formulario previamente establecido, el cual expresa la vitalidad de cada Iglesia particular, la riqueza de su pueblo, sus agentes de pastoral, instituciones, actividades y logros. Allí se hace mención de los esfuerzos y trabajos de nuestros sacerdotes y diáconos; el testimonio de vida apostólica de nuestros laicos; el aporte decidido de quienes trabajan en la catequesis y en las diversas áreas de la pastoral; la luz que brilla desde los miembros de la Vida Consagrada; la esperanza que surge de nuestro seminarios y casas de formación. Dicho Informe es examinado por los distintos organismos de la Curia romana, los cuales dan a conocer sus observaciones de modo general en las respectivas visitas del Episcopado, o de manera particular a cada Obispo.
9. Además de expresarlas en el informe de cada Diócesis, los Obispos llevaremos las inquietudes, las angustias, los graves problemas, las grandes esperanzas y las grandes alegrías de nuestra gente. No vamos como turistas ni como simples funcionarios; esta Visita quiere ser una respuesta a la gracia de Dios que nos invita a fortalecer nuestro ministerio como pastores y para recibir nuevas luces en beneficio de nuestra acción pastoral siempre a favor del pueblo de Venezuela.
UNIDOS EN LA ORACION.
10. Les invitamos a todos a acompañar este acontecimiento eclesial con la oración. Esta debe acompañarnos mutuamente e impulsar la unidad que ha de distinguirnos en todo momento. Ha de ser una plegaria continua que brote desde las parroquias, desde las diferentes comunidades, desde todos los grupos de apostolado, de cada familia, de cada centro de formación, de cada calle. Una oración que pida a Dios por el éxito de esta Visita.
11. Deseamos poner esta Visita en manos de la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Por ello convocamos a dos jornadas de oración mariana, una anterior a la visita y otra durante su desarrollo: la primera para el 15 de agosto, Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen a los cielos, para que Ella acompañe a nuestros Obispos y sea una Visita enriquecedora para nuestra Iglesia en Venezuela. La segunda para el 11 de septiembre, Solemnidad de nuestra Patrona, la Virgen de Coromoto: esta jornada debe expresar la comunión y la unidad de todas las diócesis de Venezuela con sus Pastores: una comunión afectiva y efectiva. “Les pedimos, hermanos, que tengan en consideración a los que trabajan entre ustedes, los presiden en el Señor y los amonestan. Ténganlos en la mayor estima con amor por su trabajo.” (1Tes 5,12ss).
12. Animamos a todos los miembros del pueblo de Dios en Venezuela a aprovechar esta experiencia de la gracia de Dios. Contamos con la fuerza del Espíritu Consolador y todo lo hacemos en el nombre del Señor Jesús. Reciban todos, junto con nuestro saludo, la reiteración de nuestra disponibilidad en el servicio para con todos y la bendición del Dios de la Vida y del Amor.
Caracas, 9 de julio del año 2018.
FIRMAN LOS ARZOBISPOS Y OBISPOS DE VENEZUELA