Brett Kavanaugh, el elegido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para entrar en la Corte Suprema, visitó el martes a destacados republicanos del Senado, en un intento por recabar apoyos para lo que promete ser una disputada batalla con los demócratas por su confirmación.
Reuters
El demócrata de más alto rango en el Senado, Chuck Schumer, adelantó una batalla total contra Kavanaugh, pero los senadores de su partido no pueden bloquear su confirmación si ningún republicano vota en contra. Los correligionarios de Trump tienen una mayoría de 51-49 en el Senado, lo que les deja poco margen de error.
Grupos de presión a favor y en contra de Kavanaugh tenían previsto gastar millones de dólares en publicidad para intentar influir en los legisladores.
La mañana después de ser elegido por Trump para tener un puesto vitalicio en la corte de nueve integrantes y mayoría conservadora, Kavanaugh empezó con sus rondas en el Senado, visitando primero al líder republicano, Mitch McConnell, y después al presidente del Comité de Justicia, Chuck Grassley, cuyo panel celebrará las audiencias de confirmación.
El vicepresidente Mike Pence, cuyo voto rompe cualquier posible empate en una votación en el Senado, acompañó a Kavanaugh en su reunión con McConnell.
“Esperamos el proceso de confirmación, que empezará en las próximas semanas”, comentó McConnell. Más tarde dijo a los periodistas que espera una votación “en algún momento de este otoño (boreal)”, mientras que otros republicanos afirmaron que pretenden confirmar a Kavanaugh antes de que la corte se reúna de nuevo en octubre.
Los republicanos quieren un proceso rápido para asegurar que la votación se celebra mucho antes de las elecciones de medio término del 6 de noviembre, en las que estarán en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado, y en las que los demócratas intentarán recuperar el control del Congreso.
“Me opondré a este nominado con todo lo que tengo”, afirmó Schumer a MSNBC, advirtiendo que un tribunal más conservador incluyendo a Kavanaugh podría invalidar el histórico fallo de Roe vs Wade de 1973 que legaliza el aborto y acabar con las protecciones incluidas en el Obamacare.