Un vasto incendio en el norte de California (oeste de EEUU) arrasó hasta ahora 50 km2, dejó un muerto y amenaza el parque nacional Yosemite, informaron el martes responsables del área.
AFP
El incendio Ferguson azota desde el viernes pasado el bosque de la Sierra Nevada y hasta este martes había podido ser contenido en tan solo un 5%, según la agencia de combate de incendios de California, Calfire, que además informó que un bombero murió en las operaciones.
Unos 1.500 bomberos fueron movilizados a la zona afectada, pero el terreno ha dificultado sus actividades y acceso al área.
El fuego comenzó a partir de la madera de árboles muertos –27 millones murieron el año pasado y 62 millones el anterior tras años de sequía-, así como por hojas y pasto resecadas por el calor.
Se ordenaron evacuaciones en varios campamentos y en otras áreas Calfire pidió a las personas estar preparadas para huir, ante las altas temperaturas que se esperan para los próximos días.
El incendio forzó el cierre de una autopista y de uno de los accesos al parque Yosemite, famoso por sus milenarias secuoyas gigantes. Las autoridades recomendaron igualmente a los turistas que pospongan sus visitas a este importante ícono turístico de California. Además de California, los estados de Alaska, Colorado e Idaho registraron también incendios.
La temporada sin embargo, comenzó con menos fuerza de los siniestros que el año pasado: 14.000 km2 fueron arrasados desde comienzo del año, frente a 17.000 km2 en el mismo período de 2017, que fue particularmente desvastador en California con incendios sin precedentes, miles de viviendas quemadas y alrededor de 40 muertos en Santa Bárbara y la región vitivinícola de Napa.