Solo se mantiene al aire un espacio semanal del gobernador de la entidad transmitido en cadena radial, parecido más bien a un programa de concurso, saludos y complacencias donde usted puede salir “premiado” con una vivienda, beca, pensión, dinero en efectivo o beneficiario de alguna misión.
También sirve la alocución del mandatario regional para aumentar el odio, la polarización y el enfrentamiento de la población. Quien no sea madurista está expropiado de “las mieles del poder” y hasta puede ser eliminado del programa alimenticio Clap.
Este escenario, subterráneamente, podría estar creando condiciones para una guerra civil e implosión o explosión social, tal como ocurrió recientemente en el mercado municipal de la ciudad de Cumaná, con enfrentamiento entre policías y vendedores. Situación no totalmente clarificada, pero con saldo lamentable de venezolanos muertos y heridos.
Lo innombrable en el programa del gobernador es la situación de la península o región Paria, la tierra de nadie, donde el mal estado de las carreteras ha obligado a todas las empresas autobuseras a retirarse; motivado también a robos en las vías y trancas permanentes por una población exigiendo alimentos, gas, teléfono, internet, agua, electricidad, trabajo y paz social.
Tampoco se hace referencia en este programa al calvario de compatriotas azotados por el hambre, quienes se aventuran a cruzar en frágiles embarcaciones las Bocas del Dragón o Serpiente para llegar hasta la isla-república de Trinidad-Tobago a encontrarse con otro tormento: el desprecio de la cultura anglosajona, africana e hindú.
Los trinitarios no tienen, ni nunca han tenido solidaridad con el pueblo venezolano. Y esto, sumado a la deshumanizada actitud de nuestro gobierno de no proteger sus ciudadanos dentro del territorio nacional, y mucho menos fuera de él.
Por otra parte, los venezolanos quienes se atrevan a decir algo fuera de nuestras fronteras podrían ser acusados de “traición a la patria” según el nuevo presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, natural de El Furrial, estado Monagas, quien actúa como un nuevo caudillo-caporal, vive traumatizado con el sueño de ponerle las manos al periódico El Nacional. Desconociendo el esfuerzo de sus fundadores por generaciones, el constitucional derecho a la expresión, opinión pública, comunicación y propiedad privada. También desconoce e irrespeta la altísima preparación académica, intelectual, ética y moral de los honorables periodistas libres, nacionalistas y demócratas.
Dios, el tiempo y las leyes se encargarán de enjuiciar los protagonistas de este sistema político inhumano, perverso y cruel; sin ningún respeto a los elementales derechos ciudadanos. Que prefieren la diáspora o huída masiva de la población y no acceder a la apertura de un “canal humanitario” que pueda traer alimentos, medicinas y otros insumos, a una población casi muerta de mengua, tristeza, desesperanza y miseria.
Cristian Silva
Secretario general estado Sucre
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