El Director del Centro Internacional para los Derechos Humanos, Justicia y Libertad Capitulo Venezuela Miguel Méndez Fabbiani, activista y defensor internacional de los Derechos Humanos, Económicos, Civiles y Sociales denunció a los medios de comunicación nacionales e internacionales la incapacidad manifiesta, ineficiencia agravada y corruptela desbocada de la alta cúpula del régimen Venezolano en la gestión del sistema Eléctrico Nacional además responsabiliza directamente al Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica Luis Motta Domínguez por el apagón sufrido en diversos estados del país.
Nota de Prensa
“El régimen dictatorial ha depositado a los ciudadanos venezolanos en la más desastrosa pobreza energética. El Ministro de Energía Eléctrica de Venezuela ha comprometido gravemente la soberanía, seguridad y confiabilidad del suministro eléctrico venezolano. La calidad del servicio y el acceso democrático a la energía eléctrica se han visto truncados por la funesta administración de una retreta de oficiales y burócratas corruptos dedicados a saquear de manera inclemente el erario público. El ejercicio del Sr. Motta Domínguez como Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica es catastrófico, en cuanto en vez de incrementar la calidad del servicio eléctrico, por el contrario, ha disminuido sustancialmente la generación y distribución del flujo eléctrico nacional a los venezolanos más humildes.
Su mala praxis burocrática ha mermado significativamente la calidad del servicio eléctrico nacional, ha depauperado la repartición eléctrica a los usuarios finales y ha colocado en serio riesgo la capacidad instalada de la infraestructura eléctrica en Venezuela. El Ministro Luis Motta Domínguez debe asumir definitivamente la entera responsabilidad del colapso general del servicio eléctrico del país. Asuma su responsabilidad reconociendo que usted no puede con la responsabilidad que le asignaron, de no hacerlo a tiempo niños, jóvenes mujeres y ancianos morirán en lo sucesivo por su inverosímil negligencia. El incumplimiento flagrante del mandato ejecutivo del Ministro evidencia el estruendoso fracaso gubernamental que anuncia su poquedad gerencial y demuestra la incapacidad manifiesta y la corruptela desenfrenada de la alta cúpula del régimen venezolano, que depositaron a la humilde población general en la más grave problemática de los servicios públicos en Venezuela de toda su historia republicana.”
El activista internacional del Centro Internacional para los Derechos Humanos, Justicia y Libertad Miguel Méndez Fabbiani enmarcó el uso, goce y disfrute del servicio eléctrico doméstico como derecho inalienable a la condición humana:
“La transversalidad del Derecho Internacional Humanitario en las Constituciones Nacionales contemplan ya en muchos países la obligatoriedad por parte de los gobiernos de impulsar, promover, incluir y gestionar adecuadamente la energía como un derecho humano inherente al ciudadano. En la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas se aprobó el 25 de septiembre del 2015 los objetivos de desarrollo sostenible, en el Objetivo número 7 se compromete la Asamblea a cumplir para el año 2030: “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”. Se debe incluir en una nueva Constitución Venezolana resultante de un nuevo gobierno, a la energía como un Derecho Humano irrenunciable, intransferible, personal y propio. Este es un concepto intrínsecamente vinculado a los otros derechos naturales que ya se tipifican en la Legislación Internacional Humanitaria. El régimen venezolano no está en capacidad alguna de garantizar otro derecho humano, sino inicia avalando el más elemental derecho al flujo de la energía eléctrica. La energía eléctrica debería ser internacional y constitucionalmente un derecho humano por sí solo.”
Miguel Méndez Fabbiani seguidamente relató los hechos acaecidos con motivo del masivo apagón sufrido a todo lo largo de la región central del país sudamericano que afectó a millones de venezolanos:
“La ciudad de Caracas capital de Venezuela experimentó el día 31 de julio del presenta año, un pandemónium general cuando el 80% de la región central del país se quedó súbitamente sin suministro eléctrico por la ineficiencia y corruptela del régimen que gobierna Venezuela: Millones de niños a oscuras en las aulas de clases, estudiantes en las unidades educativas y universidades paralizados, niños temerosos en los orfanatos, conductores detenidos en inoperantes semáforos , pensionados de la tercera edad ofuscados en las filas del sistema bancario nacional, decenas de millones de usuarios de la telefonía móvil incomunicados, cientos de miles de ciudadanos caminando por las calles debido a la interrupción del servicio de transporte subterráneo de la ciudad de Caracas, decenas de miles de intervenciones quirúrgicas impedidas en los hospitales generales de diversas capitales del estado, pacientes de los hospitales locales desalojados por la fuerza en medio del pánico general, centenas de personas atrapadas en ascensores de instituciones públicas y residencias privadas, centenas de miles de locales comerciales clausurando apuradamente temerosos de un saqueo popular, comerciantes a oscuras e imposibilitados de expender mercancía, decenas de miles de pasajeros en los aeropuertos de la región central incapacitados y retrasados en la más absoluta oscuridad, caos generalizado en el sistema de transporte público nacional en las calles de Caracas, ríos humanos inundaron calles y aceras intentando regresas a sus hogares bajo el riego inclemente de la lluvia caraqueña. Este fue el cuadro apocalíptico padecido por los ciudadanos venezolanos luego de 20 años de una doctrina económica socialista, anacrónica e inhumana aplicada a los servicios públicos de la nación. Es inevitable que surja la comparación del otrora eficiente y continua compañía particular “Electricidad de Caracas” cuando se encontraba enteramente en manos privadas.”
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