La audiencia al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) por supuestas escuchas ilegales en su mandato entró hoy en un receso hasta el próximo 23 de agosto, período que se utilizará para debatir sobre la admisibilidad de 7 cuadernillos con la transcripción de las interceptaciones telefónicas a las víctimas.
EFE
El magistrado juez de Garantías Jerónimo Mejía lo resolvió así luego de finalizar hoy una fase más de la audiencia intermedia o de acusación contra Martinelli, en que los abogados defensores Carlos Carrillo y Sidney Sitton concluyeran sus objeciones a las evidencias materiales que el magistrado Fiscal, Harry Díaz, hará valer en la etapa de juicio oral.
En este receso, de unas dos semanas, el abogado Carrillo, según indicó Mejía, será el encargado de analizar en la Oficina Judicial y bajo estrictas medidas de reserva, el contenido de los cuadernillos con las transcripciones de las escuchas telefónicas.
A esta designación, ni el Fiscal ni los querellantes se opusieron, pero Mejía le recordó a Carrillo mantener reserva de lo observado a fin de garantizar la intimidad de las víctimas.
Incluso Mejía le recomendó a Carrillo que lo que vea en los 7 cuadernillos “no se lo comente” a Martinelli porque éste tiene a su favor un principio de especialidad en el que se puede escudar “para decir cuántas cosas él quisiera, teniendo la posibilidad que no se le pueda investigar” eventualmente “por cualquier otra cosa que él haga”.
“De manera que le quiero pedir incluso que lo que usted vea no se lo comente, al menos durante esta fase al señor Martinelli porque no me gustaría”, señaló Mejía, quien le remarcó a Carrillo que “usted lo que va a ver es para saber (si esas evidencias) son pertinentes, inconducentes o superfluas”.
“Es un asunto eminentemente técnico y le estoy dando la oportunidad para que usted pueda referirse a la admisibilidad en esta etapa en que estamos, y para eso más nadie tiene que saber nada sino el abogado de la defensa, por lo cual no quisiera ver tampoco ningún comentario del señor Martinelli”, agregó.
Martinelli, de 66 años, fue extraditado por EE.UU. bajo la regla de especialidad prevista en un tratado bilateral de 1905, es decir, que solo podrá ser juzgado en Panamá por el caso de las escuchas, una de las cerca de 10 causas penales que le ha abierto el Supremo panameño.
Cuando se reanude la audiencia el 23 de agosto se conocerán las pruebas aportadas por la defensa técnica, señala un comunicado del Órgano Judicial (OJ).
En la continuación hoy de la audiencia intermedia o de acusación, Mejía admitió los elementos materiales aportados por el fiscal, como lo es el soporte digital donde se encuentra recabada las grabaciones de las escuchas telefónicas, entre ellas computadoras portátiles y discos compactos, al considerar que su análisis será objeto de un juicio oral.
La defensa planteó que se verificará el denominado “sellado de tiempo” que da valor probatorio a estas pruebas digitales, pero la fiscal adjunta Rosario Ortega se opuso al considerar que el momento oportuno para analizarlas era en la fase de investigación.
Los defensores objetaron a dos testigos protegidos aportados por la fiscalía, alegando que son pruebas inconducentes e ilícitas por ser testigos de referencia, argumentos refutados por Ortega y Díaz al considerar que son de un juicio oral, en el cual se comprometen a presentar dichos testimonios pues los consideran como “prueba fundamental en la teoría del caso”.
Una vez escuchados todos los argumentos, tal como se acordó en sesiones anteriores, se resolvió que las pruebas atacadas como ilícitas serán resueltas al final de la audiencia, tomando en cuenta que son susceptibles de apelación.
El Fiscal Díaz estará de vacaciones a partir de mañana hasta el 22 de agosto próximo, pero dos fiscales adjuntas estarán habilitadas durante su ausencia.
Martinelli está detenido en una cárcel de mínima seguridad ubicada en las afueras de la capital panameña desde el pasado 11 de junio, cuando fue entregado por las autoridades de E.UU., donde estuvo preso un año en razón del pedido de extradición por la causa de las escuchas. EFE