Julio César Castellanos: La confesión de Jorge Rodríguez

Julio César Castellanos: La confesión de Jorge Rodríguez

Se convocó a los medios de comunicación, se ordenó la cadena de radio y televisión, se instaló el podio de prensa y el micrófono… Jorge Rodríguez intentó el pasado 10 de Agosto mostrar una confesión incriminante de un diputado, pero ocurrió, contrariamente a lo esperado, que presentó su confesión de ser vocero de un régimen que viola la inmunidad parlamentaria, secuestra diputados y tortura detenidos con una demostración, en vídeo de alta definición, de cómo quedan sus víctimas. Jorge Rodríguez junior se transformó, por obra y gracia de la ceguera ideológica, en un ser parecido a quienes mataron a su padre.

La confesión de Jorge Rodríguez es un punto de inflexión. Aunque muchos ya teníamos noticia de cómo el régimen práctica la tortura, tratos crueles y degradantes a los presos políticos, ahora, gracias a Jorge Rodríguez, ya no existen dudas al respecto. Por allí había algunos sacerdotes católicos y pastores evangélicos, descarriados a mi parecer, que hacían loas a la “revolución”… Ahora, vergüenza mediante, no se les verá en tamaño despropósito.

En Europa, algunos factores políticos ligados a la izquierda populista, coqueteaban con una “revolución”, inaceptable e indigerible en sus propios países, hasta que vieron a Jorge Rodríguez junior derrochando simpatía, en vivo y directo, mostrando a Juan Requesens y recordándonos una escena de la película “Los Juegos del Hambre”.





Su hermana, Delcy Rodríguez, constituyente y vicepresidenta, ya le había dicho a José Vicente Rangel, en su programa de entrevistas, que la “revolución era su venganza”, atando cabos, podemos comprender lo que está pasando. La venganza está siendo televisada y todos los ciudadanos estamos presenciando la firme intención gubernamental de sembrar el miedo en cada corazón venezolano, que el terror nos paralice, que la frustración nos conquiste y nos arrodillemos servilmente a quien está dispuesto a eternizarse en el poder y perpetuar la esclavitud de las clases explotadas del país.

¿Acaso alguien no ve a esos soldados merodeando y bramando por todo el país, confabulados con el tirano, dispuestos a matar a cada hombre, mujer y niño de hambre mientras la satrapía engorda entre orgiásticos excesos?. Incluso, una voz autorizada del régimen nos dice con su inconfundible tono militar “no habrá perdón”, claro, no se nos perdonará no votar por nuestros verdugos con el carnet de la patria.

Los eventos del 4 de Agosto, en pleno desfile militar que se convirtió en una “valiente” estampida de uniformados, nos demostraron que los venezolanos no tenemos una Fuerza Armada dispuesta a observar y respectar la constitución vigente. Antes bien, están dispuestos a disparar contra las masas que piden comida, medicinas, salarios justos, libertad de prensa, participación ciudadana, derecho a elegir y ser elegidos a los cargos de representación política, educación, seguridad ciudadana y respeto a la propiedad privada.

Si esa fuerza pretoriana, autodenominada “Revolucionaria, Socialista, Antiimperialista y, profundamente, Chavista”, junto con sus gordos generales y el alto mando de la “Revolución” ya tomaron su decisión y la hicieron pública a través de su vocero, Jorge Rodríguez junior, ¿cuál será la decisión del pueblo venezolano? ¿Arrodillarse o alzar la voz?

Julio Castellanos / jclozada@gmail.com / @rockypolitica