La actividad comercial en Ciudad Guayana acató el decreto de día no laborable este 20 de agosto, salvo algunos negocios y vendedores informales. En el centro de San Félix corrían las pacas de billetes -del viejo cono monetario- para quienes compraban uno que otro artículo con un precio que varió en menos de 24 horas. “Todo está más caro hoy”, afirmaron los mismos buhoneros, quienes calificaron la reconversión monetaria como una devaluación más de la moneda venezolana, publica Correo del Caroní.
“Si uno no viene a trabajar, ¿cómo hace para llevar un arrocito para la casa?”. Así lo manifestó Hugo Echeverría, uno de los pocos vendedores informales del centro de San Félix que laboraron en la mañana de este lunes, 20 de agosto, día decretado por Nicolás Maduro como no laborable, a propósito de la entrada en vigencia de la segunda reconversión monetaria desde 2008.
Como en el resto del país, centros comerciales y negocios en Puerto Ordaz y San Félix estaban cerrados. Los vendedores informales aceptaban solo efectivo, todavía con el antiguo cono monetario que coexistirá con el nuevo.
Esto no fue impedimento para que los pocos compradores que llegaron al centro de San Félix cargaran pacas de billetes para hacer una compra de uno o dos artículos.
Los vendedores coincidieron en que el domingo hubo más ventas, aunque igual en menor cantidad en comparación a como suele pasar. Por otra parte, ya los productos tenían un alza en sus precios.
“Ayer un pollo lo comprabas en 3 millones (bolívares fuertes), hoy está en 6 millones 500 mil”, señaló Echeverría.
En otro puesto de venta, Mario Fernández explicó cómo variaron los precios de un día para otro. Un jabón de baño que hasta el domingo costaba Bs.F. 200.000 (Bs.S. 2), este lunes costaba Bs.F. 50.000 más (Bs.S. 50). El kilo de detergente en polvo pasó de Bs.F. 2.500.000 (Bs.S. 25) a 2.800.000 (Bs.S. 28). Todos estos precios para pagos en efectivo.
Los precios reflejados en estos productos no estaban expresados ni en bolívares fuertes ni en bolívares soberanos, sino a la reconversión que desde hace mucho algunos venezolanos hicieron para minimizar la expresión de las cifras. Así, un artículo cuyo precio marcado es 2 mil bolívares, se refiere a 2 millones de bolívares fuertes.
Buscando explicaciones
¿Por qué varían los precios de un día para otro? Mario Fernández, otro de los vendedores del centro de San Félix, se justifica en la hiperinflación que padece el país.
“Mañana esto puede estar a otro precio, no te sabría decir a cuánto aumente, depende de si los mayoristas nos aumentan a nosotros. Si ellos nos venden más caro, esta mercancía no la podemos vender al mismo precio porque no nos da para comprar (…) esa reconversión no sirve, lo que hicieron fue devaluar más la moneda”, expuso.
El resto de los comercios en San Félix cerró, a excepción de unos pocos vendedores de oro, al igual que en Puerto Ordaz. Algunos centros comerciales tampoco laboraron. En Orinokia Mall la mayoría de los locales estuvieron cerrados, incluyendo los de la feria de comida, con contadas excepciones.
Aún sin efectivo
Los cajeros automáticos estuvieron disponibles solo para consultas y cambios de clave.
El tema del pago tuvo sus inconvenientes, pues a pesar de que la mayoría de las entidades bancarias habían restablecido sus servicios, el Banco Venezuela seguía sin funcionar.
“El punto está funcionando y están pasando las tarjetas de Banesco y Mercantil, las del Venezuela son las que no pasan”, comentaron vendedores de la zapatería Jump, en Orinokia Mall.
La avenida principal de Castillito se veía como un domingo en la tarde: desolada. Menos la estación de servicios PDV que era una de las pocas abierta en horas del mediodía. La afluencia de transporte público estuvo bastante baja, al igual que los pasajeros que esperaban por una unidad.
Reconversión con nuevas medidas económicas
El pasado viernes, Maduro no solo ratificó la entrada en vigencia de la reconversión monetaria, ya no con tres ceros menos como planteó meses atrás, sino con cinco ceros menos; también hizo nuevos anuncios que generan mucha más suspicacia y preocupación.
Maduro reconoció el precio del dólar paralelo, pero se niega a dolarizar la moneda y en cambio, la disfraza con el “anclaje al petro”, cuyo valor es de Bs.S. 3.800.
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