A raíz de los anuncios del Estado chavista por parte de Nicolas Maduro el pasado 17 de agosto, la falsa oposición comenzó a rotular las catastróficas medidas como “paquetazo neoliberal madurista” (igualándolo al paquete de CAP II) y por otro comenzó a invocar el fantasma del “Sacudón” (el Caracazo, 1989), reviviendo y reforzando exactamente la idea-fuerza sembrada en la psiquis del venezolano por el aparato de propaganda del Foro de Sao Paulo, para la crisis inducida del primer ciclo revolucionario 1989-1999, el cual llevaría al poder al “Fenómeno Chávez” y así iniciar la materialización de la idea leninista del proyecto tercermundista, que inicio su maquiavélica gestación en 1945 después de la segunda guerra mundial, y fue desarrollándose sin prisa pero sin pausa durante la guerra fría.
La revolución “bolivariana” fue planificada en base a una primera etapa de tres ciclos hasta el 2019, y una segunda etapa de “Estado Comunal y Patria Grande” hasta el 2030, año en el cual toda la hegemonía socialista, en todas las dimensiones de la sociedad, en todos los países objetivo del proyecto (“Patria Grande” desde Argentina hasta México y la “Madre Patria” España) deberá estar consolidada con su siniestro y peligroso sistema de “Comunismo Versátil” como lo define Federico Boccanera, en donde tendremos “capitalismo para los amigos” (y socios) y comunismo puro y duro para las masas.
Aunque no es materia que desarrollaré en esta entrega, me parece importante recordar y resaltar que, en vista de los niveles de subestimación estimulados intencionalmente por el propio sistema para que las medidas del régimen sean motivo de burlas y ridiculización, nos encontramos ante una notoria e imperdonable escasez de denuncias serias y soportadas, que expongan el eje geopolítico de ese sistema: un “mundo multipolar” que luego debería dar el “gran salto adelante” hacia un mundo “multinuclear”, que es lo que plantea a nivel regional, sobre todo a nivel “Venecuba”, el Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB) entre los años 2020 y 2030. En futuras entregas desarrollaré el tema, en esta ocasión solo quería hacer referencia para que se comprenda que el problema de Venezuela no es el de un mal gobierno local, sino una amenaza real, un engranaje clave de la siniestra agenda del eje del mal a escala global.
Volviendo de nuevo a Venezuela, de algo no debe quedar duda, estamos ante uno de los más siniestros “paquetazos” de la historia y no me refiero a un cúmulo de medidas de ajuste económico de alto impacto para el pueblo venezolano, que eso ya es una tragedia, me refiero en un sentido mas amplio, a que se trata de un paquete de transición violenta al comunismo mediante el exterminio de la sociedad productiva, de cualquier residuo de libre mercado, un “genocidio económico” tal como acertadamente lo expresó, el expresidente de Colombia Andrés Pastrana.
Y este paso que se está dando, verdadero preámbulo de la “crisis orgánica/ruptura histórica”, es un “paquetazo” ya previsto en el proyecto nación para el tercer ciclo revolucionario (2009-2019), incluido desde el comienzo en el Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB), cuya primera exposición pública data de 1992 (“Libro Azul” de Chávez), y cuya conceptualización se desarrolló en el primer plan socialista de la nación (2007-2013).
“Todo lo que va a ocurrir debajo del sol, tiene su hora”
No es casual que en la introducción de la propuesta del “plan de la patria” (junio 2012) Hugo Chávez citara al Eclesiastés, pues con esa frase aludía a unos mapas de tiempo contenidos en el PNSB, hoja de ruta que a la fecha puedo afirmar que se ha materializado de forma impecable, y no solo eso: aún no se han visto en la necesidad de rediseñarla para enmendar algún tropiezo.
Para poder comprender las recientes medidas anunciadas por Maduro debemos darnos un paseo por el pasado reciente, para revisar algunos eventos significativos que nos permitirán ver con más claridad la situación actual, y la catástrofe en puerta.
El 2 de junio de 2010 Hugo Chávez le declara la “Guerra Económica a la burguesía” (a la ciudadanía) en Venezuela, y claramente advierte que “vamos a ver quién puede más: si ustedes, burgueses de pacotilla, burgueses sin patria, o nosotros…”, por cierto, en esa misma alocución es cuando maldice al pueblo de Israel y los acusa de “terroristas”.
Ahora demos un salto al 2013, cuando el segundo plan socialista de la nación 2013-2019, fue impuesto como ley de la Republica, ese mismo año el 19 de noviembre, fue aprobada una nueva ley habilitante cuyo objetivo precisamente es combatir la guerra económica y en la cual se le confieren poderes especiales a Nicolás Maduro, para dictar Decretos-Ley en las materias de lucha contra la corrupción y defensa de la economía. Con esta ley se comienza a tejer todo un entramado jurídico de transición final al socialismo y se entra de lleno en la etapa siniestra y criminal que estamos viviendo y que nos llevara a un conflicto de escala mayor, verdadero sacudón de la muerte, en donde quedara constitucionalizado el terror chavista.
Tras la oportuna y planificada “salida” de Jorge Giordani, en julio de 2014, Maduro le anuncia al país que el economista cubano Orlando Borrego -uno de los hombres fuertes dentro del Estado cubano- será el encargado de conducir los “planes para hacer una revolución total y profunda en la administración pública, en la administración del Estado, revolución dentro de la revolución…”.
Este Borrego es el mismo que durante los primeros años del castrismo, se mantuvo al frente de Junta Económica Militar como fiscal en los juicios revolucionarios, y entre otros puestos ha ostentado el de viceministro del Ministerio de Industria hasta 1964. Luego trabajó fundamentalmente como asesor del Consejo de Ministros, de la Cátedra “Che Guevara” en la Universidad de La Habana y como ministro del Transporte.
El 2 de septiembre de ese mismo año 2014, Maduro en cadena nacional anuncia las 5 “revoluciones dentro de la revolución”, los ejes estructurales del sistema, y el propio Maduro promete un “sacudón” para la etapa final de la transición al socialismo.
“Las 5 revoluciones dentro de la revolución”
1.- Revolución Económica:
“Se implementan nuevas reglas para el desarrollo de la economía autóctona”. Aquí la lógica de la libertad, la propiedad privada, el capital y su acumulación, será sustituida por la del “proceso social del trabajo” en donde nuevas relaciones de producción y diferentes clases de propiedad, impondrán la nueva estructura del modelo totalitario del Estado Comunal.
En otras palabras, el modelo comunista versátil adaptado al petro-estado rentista.
2.- Revolución del conocimiento, de la ciencia, cultura y tecnología:
La construcción de una nueva sociedad socialista bajo control totalitario por parte del Estado, se centralizará en términos prácticos con la aplicación a toda la escala social de la tecnología VeQR/Carnet de la Patria.
3.- Revolución de las misiones socialistas:
“Se basa en la creación del sistema de misiones”. El “Estado de misiones” será la materialización de la tierra prometida y la “suprema felicidad social”, es decir, miseria, hambre y muerte en clave comunista, serán garantizadas en la nueva sociedad socialista.
4.- Revolución política del Estado:
“Profundizar el Estado social y cambiar las estructuras”, o como lo definía Chávez: “el fin del gobierno de las elites”. En su alocución de 2014 Maduro prometió que esto “limpiará los vestigios del Estado burgués que aún persisten en cada organismo estatal”, lo cual significará la “refundición de la nación”, para dar el salto adelante por la vía constitucional al Estado Comunal – Estado de Misiones Socialistas en 2019.
5.-Revolución del socialismo territorial:
“La consolidación del modelo comunal, de desarrollo y de vida” implica no solo que la propiedad privada pasará a ser social, es algo mucho peor: significa que nuestras vidas individuales, familiares, profesionales, pasaran a ser un recurso, una propiedad del estado. Chávez hacía mucho hincapié en ese eje del sistema y lo ligaba a “lo territorial”, lo cual preanuncia el país prisión, el país como campo de concentración, usando términos más crudos, pero más simples. Chávez desde luego lo señalaba sutilmente: “en el territorio, (es) donde se sintetizan todas las expresiones del socialismo”.
Como siempre, todos los anuncios de las leyes habilitantes, como el anuncio del “sacudón” y el más reciente del “paquetazo”, fueron asumidos por la patética fauna de micropolíticos y cortesanos oportunistas de la falsa oposición, como reiteradas demostraciones de ineptitud e improvisación que, con irresponsabilidad rayana en lo criminal, han sido y siguen siendo ridiculizadas. Rutina macabra pero necesaria para poder continuar con un trafico de mentiras y esperanzas, que sin piedad alguna se le sigue aplicando a la población opositora desde hace ya 18 años, porque es la forma de ellos poder mantener su espacio en el ecosistema del estado rentista/estado chavista.
Como en el 2014 no había “fiesta electoral” y la gesta heroica de los egos debía continuar así fuera a costa de la sangre de los otros, se inventaron “la salida” llevando a la cárcel y a la muerte a jóvenes inocentes, a los cuales jamás le explicaron que este no es un “mal gobierno” sino un gobierno del mal que se alimenta del caos. Operación que se repitió a mayor escala en 2017 y que ahora en 2018 y en los años por venir, volverá a intentarse, solo que en este caso el conteo de las tragedias será mucho mayor porque el Estado necesita de un conflicto final para poder ir a la “ruptura histórica”, en donde la cosecha del caos nos llevará a la crisis orgánica la cual deberá desembocar en la reseducción y resurrección del “chavismo originario” (Maduro sale, el legado vuelve, “Chávez vive”) y así poder avanzar hacia la nueva etapa, la totalitaria, la del Estado Comunal 2020-2030.
Recordemos siempre que el chavismo (y su oposición en “unidad”) conforman la base institucional de lo que no es un mal gobierno sino un gobierno del mal, de allí que lo racional, lo aparentemente racional, es algo irrelevante, porque vamos hacia una etapa de destrucción y muerte para nosotros, nunca para ellos.