El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quiere acabar con el voto rogado, que ha dejado a buena parte de los españoles que residen fuera de España sin poder votar en las elecciones legislativas, autonómicas o municipales.
AFP
“El gobierno va a hacer todo lo posible por acabar con el voto rogado”, para lo que tiene que modificar la Ley del voto exterior, dijo Sánchez este lunes en una conferencia de prensa junto al presidente chileno, Sebastián Piñera, al término de un encuentro en la primera visita a Chile de su gira que le llevará también a Bolivia, Colombia y Costa Rica.
Desde la aprobación de la Ley del voto exterior, en vigor desde enero de 2011, los españoles residentes en el extranjero están obligados a “rogar” su voto para poder sufragar en cualquier elección en España.
Pactada por las principales formaciones políticas -Partido Popular (derecha), Partido Socialista Obrero Español (izquierda) con el apoyo de la entonces Convergencia i Unió (nacionalistas catalanes)- la reforma de la ley electoral en la práctica ha dificultado el voto de los españoles residentes en el extranjero.
Sólo una ínfima parte de los electores en el exterior han podido desde entonces votar debido a las trabas que supone no solo deber solicitarlo sino por la multitud de trámites exigidos para hacerlo efectivo, en particular para los residentes de fuera de la Unión Europea.