El titular de noticia no pudo haber sido más auspicioso para el futuro de la seguridad ciudadana: “Los ocho Pranes más buscados de Caracas estaban en Fuerte Tiuna”.
Andaban por ahí mismito, a patica e’ mingo del sitio por donde merodea a diario mi general Padrino. ¿Quién iba a pensarlo? Seguramente se deben haber tropezado más de una vez. Y hasta saludos haber cruzado.
-Qué tal mi general. Cómo le va. ¿Ya puso en orden a los militares conspiradores que no lo dejan dormir?
-Muy bien muchachos. Sí, la lista de los detenidos va en aumento. Aspiro llegar a los mil al cierre de año para tranquilidad de mi presidente Maduro.
Pero como dicen ahora “el tema” es que a los ochos distinguidos residentes de Fuerte Tiuna los dieron de baja, pasaron a mejor vida gracias a una práctica de tiro en competencia con una comisión de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de nuestra gloriosa PNB que andaba en una de profilaxis social.
Entre otros, cayeron “El Catire”, “El Goyo”, Eudomar, (probablemente descendiente de aquel de “por estas calles”), “El Jhony” y “El Viejo. Y le metieron los ganchos a unos 23 “solicitados”, todos bien pertrechados de armas de fuego, granadas y chalecos antibalas para cumplir a plenitud con sus labores diarias en favor de la ciudadanía.
Los distintos “medios policiales informaron que en los últimos meses distintas bandas criminales de Caracas se han enquistado en Fuerte Tiuna. Ese fenómeno dificulta a las autoridades ingresar y apresar a los malhechores, pues requieren de un permiso del alto mando militar”.
A dios gracias mi general Padrino, plenamente consciente de sus funciones, debe haber dicho “más vale tarde que nunca” y después de múltiples peticiones y profundas reflexiones concedió la entrada a las fuerzas policiales a Fuerte Tiuna. Al parecer tardó un poco en autorizar el ingreso no fuera que los policías se confundieran de Pranes y liquidaran a los que no eran.