El presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, José Guerra, afirmó que, a pesar de la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios y los anuncios emitidos voceros del Estado el 7 de septiembre, “el control cambiario no se ha levantado completamente”.
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“No solamente el control de cambios fue un error, es un error el modelo económico que llevó al país a las ruinas”, enfatizó Guerra durante Entrevista Venevisión, segmento del noticiero de dicha planta televisiva.
Sin embargo, el diputado advierte limitaciones innecesarias en el nuevo convenio, principalmente en la cantidad de divisas que pueden venderse o comprarse mediante las operaciones cambiarias. “Si no levantan esas restricciones, entonces va a seguir el mercado negro”.
El especialista recomienda a las empresas que necesitan dólares con urgencia, solicitarlos a las entidades bancarias a través de este sistema, porque “aparentemente las subastas por medio del Dicom serán eliminadas”.
Guerra estima que “si el mercado funcionase, el Banco Central tendría que vender dólares, porque, de no hacerlo, y haber mucha gente comprando y poca gente vendiendo dólares, la tasa de cambio se va a ir devaluando progresivamente”. Además, considera que otros actores importantes serían las empresas privadas dedicadas a la explotación petrolera en el país.
El alza de los precios
“Creo que hay una sobrerreacción de los precios y lo que estamos viendo es que la inflación se está duplicando cada 25 días”, comentó.
Tras las medidas del gobierno de Nicolás Maduro, que elevaron la tasa de cambio, el IVA, el salario mínimo y el impuesto a transacciones financieras, Guerra asume como lógico que los precios aumenten también. “Habría que ser una persona limitada mentalmente para pensar que (…) los precios no iban a subir”, añadió.
El desempleo
“La cantidad de empresas que han cerrado porque no pueden pagar el aumento salarial es brutal. Empresas de limpieza, servicios, de vigilancia, empresas pequeñas que no pueden pagar”, indica el diputado.
En este tema Guerra se cuestiona dos cosas: Primero, ¿qué va a pasar luego de los tres meses que el Gobierno se comprometió a pagar el diferencial? y, segundo, ¿de dónde saca la plata para cancelarlo?