Monstruoso huracán Florence azotará el sureste de Estados Unidos durante días

Monstruoso huracán Florence azotará el sureste de Estados Unidos durante días

 Carolina Beach, Carolina del Norte  REUTERS/Carlo Allegri

 

 

El huracán Florence, que va rumbo a convertirse en la primera tormenta de Categoría 4 que azotaría a Carolina del Norte en seis décadas, se aproximaba a la costa el martes, amenazando con desatar fuertes marejadas, días de lluvias torrenciales y graves inundaciones.





Sus fuertes vientos y enormes olas golpearían las costas de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia incluso antes de que Florence toque tierra el viernes, y sus lluvias causarían daños en una zona de varios kilómetros tierra adentro, advirtió el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.

Aunque faltan días para que Florence alcance tierra, las autoridades tomaron medidas extraordinarias para evitar víctimas. Más de un millón de residentes han recibido órdenes de evacuar las zonas costeras de los tres estados y se cerraron campus universitarios, escuelas y fábricas.

Con vientos máximos sostenidos de 225 kilómetros por hora (140 millas por hora), Florence alcanzaba la categoría 4 de la escala Saffir-Simpson de cinco niveles y meteorólogos esperan que se fortalezca y extienda durante los próximos días, dijo el CNH.

“Esta tormenta es monstruosa”, dijo en una rueda de prensa el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. “Incluso si han capeado tormentas antes, esta es diferente. No apuesten sus vidas a que podrán capear a un monstruo”, agregó.

Cooper citó pronósticos que apuntan a que Florence se mantendría sobre Carolina del Norte, “lo que traerá muchos días de lluvia”.

Para acelerar las evacuaciones desde la costa de Carolina del Sur, autoridades cambiaron el flujo del tránsito en algunas autopistas, para que los principales caminos lleven lejos del litoral. Una congestión vehicular de varios kilómetros se produjo en la principal autopista de las islas Outer Banks de Carolina del Norte.

Mapas de la trayectoria de Florence mostraban que el centro de la tormenta posiblemente tocará tierra en la costa sur de Carolina del Norte. El último huracán Categoría 4 que golpeó directamente el estado fue Hazel en 1954, un sistema devastador que dejó 19 muertos y destruyó unas 15.000 viviendas.

El portavoz del CNH Dennis Feltgen hizo hincapié en que los efectos de Florence se sentirán en una extensa región. Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extenderían unos 482 kilómetros (300 millas) a lo largo de los tres estados. Una alerta de huracán fue emitida para la mayor parte de la cosa de Carolina al norte del límite con Virginia.

Además de anegamientos en la costa provocados por marejadas de hasta 4 metros (13 pies), Florence podría arrojar entre 38 a 64 centímetros (15 a 25 pulgadas) de lluvia, con hasta 89 centímetros (35 pulgadas) en algunas zonas, dijeron meteorólogos.

POSIBLES CORTES ELÉCTRICOS PROLONGADOS

Las comunidades en la trayectoria de Florence podrían estar sin electricidad durante semanas debido a la caída de los cables de energía y la inundación de equipos, dijo el administrador de la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés), Brock Long.

Las empresas de electricidad desplegaron cuadrillas y equipos con anticipación, según el grupo Edison Electric Institute. Trabajadores de al menos 15 estados se dirigían a la región para asistir en lo que podría ser un largo esfuerzo para restaurar la energía.

La Cruz Roja Estadounidense dijo que más de 700 trabajadores han sido destinados a la región, mientras que se están estableciendo refugios para recibir a quienes no puedan evacuar. Un hospital en Hampton, Virginia, estaba transfiriendo pacientes a lugares más seguros.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes declaraciones de estado de emergencia para Carolina de Norte, Carolina del Sur y Virginia, liberando recursos federales para responder a la tormenta.

“No estamos escatimando gastos. Estamos totalmente preparados”, dijo Trump en la Casa Blanca.

Trump enfrentó duras críticas por la respuesta de su Gobierno al huracán María el año pasado en Puerto Rico. Unas 3.000 personas murieron como consecuencia de esa tormenta.