La primera ministra británica, Theresa May, instó el miércoles a los líderes europeos a que retiren unas demandas “inaceptables” sobre el Brexit que, según dijo, podrían dividir a Gran Bretaña, y pidió que el bloque responda de “forma seria y viable” a su plan.
En Salzburgo, May intentó ganarse a los líderes de la Unión Europea preguntándoles qué harían si se les pidiera que acordaran una “separación legal” de sus países, algo que ella dice que el bloque está pidiendo al insistir en que Irlanda del Norte podría permanecer bajo las reglas económicas de la UE.
Esta podría ser una estrategia de alto riesgo. Funcionarios de la UE repitieron que Londres debe cambiar su posición sobre lo que se conoce como la barrera irlandesa: cómo evitar la construcción de puestos fronterizos entre la provincia británica e Irlanda (miembro del bloque), y sobre la cooperación económica futura después del Brexit en marzo.
Una fuente del Gobierno sugirió que Reino Unido presentaría otras propuestas para intentar llegar a un acuerdo sobre Irlanda del Norte “a su debido tiempo”, pero May hasta ahora ha sido reacia a abandonar su plan.
A poco más de seis meses para el día del Brexit, ambas partes están de acuerdo en un punto: se está acabando el tiempo para asegurar un pacto que marcará el mayor cambio de la política de Reino Unido en casi medio siglo.
“Creo que he presentado propuestas serias y viables. Por supuesto, no acordaremos todos los detalles, pero espero que respondan de la misma manera”, dijo May a los líderes en el teatro Felsenreitschule. “La responsabilidad recae sobre todos nosotros para alcanzar este acuerdo”.
Las conversaciones, que han durado más de un año, están empantanadas sobre cómo garantizar que lo que se convertirá en la única frontera terrestre de Gran Bretaña con la UE, entre Irlanda del Norte e Irlanda, no vuelva a albergar los controles y las tensiones del pasado.
May ha rechazado una propuesta de mantener a la provincia en una unión aduanera con el bloque si no llegan a un acuerdo para mantener abierta toda la frontera entre la UE y Reino Unido, ofreciendo en cambio un acuerdo aduanero de tiempo limitado que abarcaría a toda Gran Bretaña.
Durante la cena, May dijo que el problema podría resolverse asegurando el tipo de “comercio sin fricciones” previsto en su plan y aseguró que Gran Bretaña todavía está comprometida a acordar un plan de respaldo con la UE.
Reuters