La Conferencia Episcopal Alemana admitió este martes su “vergüenza” por haber “ignorado durante años” a las víctimas de la pederastia en el seno de la iglesia católica, así como su determinación a que los autores de tales abusos sean “debidamente castigados”. EFE
“Durante años miramos hacia otro lado”, admitió el cardenal de Múnich, Reinhard Marx, al presentar el informe elaborado por encargo de la Iglesia y revelado hace unas semanas por medios alemanes, en que se documentan 3.677 casos de abusos sexuales, cometidos por 1.670 religiosos desde 1946 hasta 2014 y en su mayoría a menores de 13 años.
En 2010 empezó la Conferencia a abordar “en serio el problema”, a la luz de los escándalos revelados en Estados Unidos y otros países, pero hasta ahora se consideró que se trataba de actos “individuales”, lo que a la luz de la magnitud de los casos revelados es “insuficiente”, prosiguió Marx, mientras que está claro que hay “problemas estructurales” a resolver.