Ayer soñaba contigo, hoy no me dejas dormir.
Grafiti mexicano.
Existen versos y frases que motivan la reflexión, movilizando la emoción a fin de que el cerebro las procese y genere la cavilación, En mi caso, me permito compartir estos breves textos de destacados escritores.
1.Me duele una mujer en todo el cuerpo. Jorge Luis Borges.
2. Me darás a probar esa palabra que tiene gusto a lágrima y se llama olvido. Luis Alberto Crespo.
3. No los perdones Señor, porque sí saben lo que hacen. Enrique Gracia Trinidad.
4.Juntos hicimos un recodo en la ruta donde el amor pasó. Pablo Neruda.
5. Los años no deben medirse por la fecha de nacimiento sino por la curiosidad intelectual que uno albergue. Pero la terapia tiene otros dos apartados más, la segunda es vivir aquí y ahora. Y la tercera, ser creativo sin interrupción, en cuanto paras estás perdido: aunque seas frívolo o disperso, hay que serlo con intensidad, siempre. Salvador Pániker.
6. La vejez es el castigo por haber vivido. Emile Cioran.
7.He renunciado a ti. No era posible. Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía. Andrés Eloy blanco.
8.Ese otro que también me habita… ese otro, también te ama. Darío Jaramillo Agudelo.
9. Preocupación, pues el pan dejó de ser esfuerzo y se ha vuelto lágrima. Alfredo Pérez Alencart.
10. Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. Abraham Lincoln.
11. El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo. Gabriel García Márquez.
12. El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente. Marguerite Yourcenar
13. Sé que tus ojos eran más hermosos de lo que son, que no debí hacerlos llorar; sé que tus manos de ángel salvaje se han resecado por mi culpa la cocina, los platos… y me doy cuenta de que tus piernas eran más delgadas y que tu corazón era más blando: fui un depredador contigo. José Pulido.
14. El perdón es la tercera mano de tu cuerpo, el tercer ojo, la tercera rodilla, la llaga que supura jazmines y postemas de luz, el girasol que levanta la cabeza marchita, es lava de agua fresca para curar los pies de los cansados. Elvia Ardalani.
15. Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: yo porque tú eras lo que yo más amaba y tú porque yo era el que te amaba más. Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo: porque yo podré amar a otras como te amaba a ti, pero a ti no te amarán como te amaba yo. Ernesto Cardenal