El presidente de Ecuador exprimió al máximo su visita a Nueva York de esta semana. Mostró su cara más amable con los empresarios, puesto que está volcado a captar inversión extranjera. El gesto más serio llegó desde el estrado de Naciones Unidas, donde hizo un llamamiento para que Nicolás Maduro abandone el poder. Además, tuvo tiempo de reunirse con los mandatarios de Colombia y Perú para tratar temas clave como el narcotráfico, publica Al Navío.
Por Leticia Núñez (ALN)
Rara vez 48 horas fueron tan aprovechadas. Lenín Moreno llegó a Nueva York el lunes. Fue un día de descanso. De aunar fuerzas para lo que vendría martes y miércoles. Porque el presidente de Ecuador puso toda la carne en el asador en el Debate General de Naciones Unidas. Usó el altavoz de la ONU para atacar al régimen de Nicolás Maduro, del que viene distanciándose progresivamente. También se reunió con los presidentes de Colombia y Perú, con los que trató temas relevantes de la agenda bilateral como el narcotráfico y la seguridad. Y, cómo no, reservó tiempo para el sector privado.
Porque su prioridad es la “apertura absoluta al mundo”. Se trata del gran emblema del mandatario. Así lo estableció desde el primer minuto. En su discurso de investidura, en mayo de 2017, prometió un cambio de estilo basado en la apertura al sector privado en contraste con el enfrentamiento permanente de su antecesor, Rafael Correa.
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