Una adolescente embarazada perdió a su bebé y quedó postrada en una silla de ruedas después después de hacerse un tatuaje en un seno y el mismo se infectó.
Por Miranda Aldersley / Daily Mail
Luisa Fernanda, del departamento de Casanare, en el centro de Colombia, enfermó después de tener el tatuaje en el pecho derecho. Los médicos le dijeron a la joven de 16 años que nunca volvería a caminar, luego de que la infección se extendió a su médula espinal.
Ella se sometió a una cirugía para drenar parte del líquido causado por la infección, pero luego desarrolló problemas con su apéndice. Luego necesitó un tratamiento adicional para ayudarla a lidiar con la depresión causada por la pérdida de su bebé. La señorita Fernanda ahora ha hablado sobre sus experiencias en las redes sociales para advertir a otros jóvenes sobre los peligros de los tatuajes.
“Como tuve que tomar muchos medicamentos, tuve un aborto y perdí al hijo que llevaba. Hace un año me hice un tatuaje y causó las bacterias que afectaron la médula espinal y me impidió volver a caminar. Fue difícil cuando los cirujanos me dijeron que no podría volver a caminar. Mi madre me apoyó mucho”, comentó.
“Y fue difícil cuando dejé el hospital porque necesitaba ayuda para entrar y salir de mi silla de ruedas y mi madre no es lo suficientemente fuerte. Me avergonzaba que me vieran afuera en la calle, porque la gente me señalaba, pero luego me di cuenta de que no era bueno quedarme en casa todo el tiempo”, explicó.
Luisa Fernanda agregó que los cirujanos le habían dicho que necesitaba una nueva operación mientras luchaba por recuperar su salud. Sus amigos la están ayudando a tratar de encontrar el dinero para cubrir el costo de su tratamiento de 14 millones de pesos colombianos.