Las influencers de Irak temen por sus vidas tras varios asesinatos

Las influencers de Irak temen por sus vidas tras varios asesinatos

La modelo y presentadora de televisión iraquí Shimaa Qasim en una imagen de su Instagram.

 

 

“A mí también me han amenazado. Me han dicho que soy la próxima”, denuncia llorosa la modelo y presentadora de televisión iraquí Shimaa Qasim en un vídeo que ha difundido a través de sus redes sociales. La que fuera Miss Irak en 2015, tiene motivos para estar preocupada. La semana pasada, unos desconocidos mataron a tiros a otra modelo, Tara Fares, a plena luz del día. Más grave aún, era la cuarta mujer asesinada desde agosto. Todas eran muy activas en las redes sociales y defensoras del empoderamiento femenino, publica elpais.com.

Dos días antes del asesinato de Fares, fue tiroteada en Basora la activista por los derechos humanos Suad al Ali. El mes anterior, Rafeef al Yaseri y Rasha al Hasan murieron “en circunstancias extrañas” en sus respectivos domicilios de Bagdad, con una semana de diferencia. En el caso de Al Ali podría tratarse de una disputa conyugal ya que la policía sospecha del marido. Sin embargo, las otras dos víctimas, ambas propietarias de sendos salones de belleza en la capital iraquí, se movían en los mismos círculos sociales que Fares.

Más allá de especulaciones, las coincidencias han llevado al primer ministro en funciones, Haider al Abadi, a sospechar que pueda haber “un plan detrás” y ordenar una investigación. Ese interés en las más altas instancias solo alienta los temores de Qasim.

“Las mujeres que se hacen conocidas [en Irak] se arriesgan a ser sacrificadas como pollos”, denuncia en el vídeo en el que se refiere a Fares como “una mártir”. La modelo asesinada, que tenía 22 años y 2,8 millones de seguidores en Instagram, también había sido insultada y amenazada en las redes sociales por falta de modestia, lo que apunta a que quienes le dispararon puedan ser extremistas religiosos. La Miss Irak del año pasado, Sarah Idan, tuvo que esconderse tras ser amenazada de muerte por haberse hecho un selfie con Miss Israel durante el concurso de Miss Universo.

Al igual que Fares, Qasim utiliza las redes sociales para promocionar su imagen de chica moderna y liberada, en especial Instagram donde tiene 2,7 millones de seguidores. En sus 1.419 publicaciones, aparte de las ubérrimas fotos de gatos, se la ve luciendo distintos modelos, peinados, maquillajes y tatuajes nada distinto de lo que hacen miles de jóvenes en todo el mundo, pero que chirría a los islamistas iraquíes.

 

 

“No temo a quienes rechazan la existencia de Dios. Quienes de verdad me asustan son quienes matan y asesinan usando la fe, para probar la existencia de Dios”, ha escrito la mujer consciente del peligro que corre.

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