La petrolera con base en Texas, propiedad de PDVSA, podría ser embargada para pagar la enorme deuda del gobierno venezolano, publica Infobae.
Petróleos de Venezuela adquirió CITGO en 1990, momento en el que la compañía petrolera estatal conocida como PDVSA era una de las firmas energéticas más grandes y rentables del mundo.
Casi treinta años más tarde, la situación no podría ser más distinta. La debacle iniciada con la llegada de Hugo Chávez al poder hizo que hoy la firma bajo control de los secuaces de Nicolás Maduro se encuentre en su peor momento, con ganancias y niveles de producción que caen en picada.
Los miles de millones de dólares en reclamos por parte de acreedores de PDVSA y el gobierno de Venezuela han puesto a CITGO bajo la lupa por el elevado valor que tiene la petrolera con base en Houston pero bajo control chavista. Sin ir más lejos, este mes, Venezuela deberá pagar USD 840 millones a los titulares de los bonos PDVSA 2020.
La firma con base en Texas que hoy emplea a 4.000 personas en los EEUU se ha vuelto uno de los bienes de PDVSA más codiciados por los acreedores internacionales, quienes buscan recuperar su dinero perdido.
Su objetivo final es lograr que las tres refinerías de CITGO en EEUU sean vendidas para poder reducir, aunque sea, una parte de los miles de millones de dólares de deuda de PDVSA y Venezuela.
La dictadura de Maduro no podría depender más de CITGO en el peor momento de su existencia. Un eventual embargo ordenado por los EEUU significaría la extinción todavía más acelerada del fallido experimento socialista.
Aun con las sanciones impuestas que impiden que CITGO repatríe sus ganancias, la firma todavía es un comprador garantizado del crudo venezolano, en un contexto en el que otras refinerías norteamericanas disminuyen sus importaciones del “oro negro”.
Como si esto fuese poco, EEUU continúa siendo el mayor comprador de petróleo de PDVSA. Pese a lo alarmante de la emergencia que vive su pueblo, Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.
El gobierno de Venezuela y PDVSA son parte de más de una docena de disputas de arbitraje vinculadas a los bienes confiscados por Chávez en el exterior durante su mandato.
El mes pasado, ConocoPhillips llegó a un arreglo de USD 2.000 millones con PDVSA como compensación de la expropiación de dos empresas que se habían creado de forma conjunta con la petrolera estadounidense. En total, un estimado de USD 17 mil millones en bienes han sido confiscados por el gobierno venezolano desde fines de 1990.
ConocoPhillips también busca compensación del gobierno de Venezuela mediante otro proceso de arbitraje que será definido por una filial del Banco Mundial. En caso de salir beneficiada, la recompensa podría ser de hasta USD 4.5 mil millones, una cifra que representaría un golpe letal al régimen.