Los líderes políticos y la sociedad civil organizada que lucha por un cambio en Venezuela, debemos comprender que estamos en presencia de un proceso histórico, frente a un modelo socialista, que fuera del marco constitucional, impone desde el estado una política de terror, cárcel y represión institucionalizada contra la disidencia venezolana, como método de lucha no democrático para acabar con el potencial de movilizaciones y protestas populares desarrolladas en todo el país desde el año 2017, minimizando toda una cultura democrática, anterior a los veinte años de la mal llamada revolución, que se guiaba por los patrones civilistas de la participación, el debate pluralista, el compromiso ciudadano y el respeto a la diversidad, en el marco de la constitución.
La reconstitución de la unidad democrática, del estilo político y la creación de un sistema de partidos lo suficientemente estable y legítimo, comprometidos con el país es una tarea impostergable que nos impone la realidad actual, para que juntos nos ocupemos de lograr el anhelado cambio estatal y de atender y dar respuestas concretas a los problemas que afectan hoy a todos los venezolanos.
La presión por el descontento social, hechos de corrupción y mala gestión gubernamental, dio origen a la renuncia de varios mandatarios latinoamericanos en los últimos 25 años. El Peruano Alberto Fujimori el 19 de noviembre del año 2000 renunció desde Tokio enviando un escrito al Congreso; El 7 de febrero de 1997 el Presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram fue destituido por el Congreso de su país al ser declarado mentalmente incapaz de continuar en el cargo; El 29 de marzo de 1999 el Presidente de Paraguay, Raúl Cubas presentó su renuncia tras 7 meses y 13 días de mandato ante el Congreso de su país; El Presidente de Argentina Fernando de la Rúa presentó su renuncia el 20 de diciembre de 2001 en medio de una crisis económica que golpeó a los sectores populares; y Gonzalo Sánchez de Lozada fue presidente de Bolivia, únicamente 14 meses, renunció el 17 de octubre de 2003 tras multitudinarias muestras de descontento de los bolivianos; entre otros, que abandonaron sus cargos respetando el estado de derecho y la voluntad mayoritaria de su pueblo.
Freddy Paz
@freddyspaz