Una inesperada exigencia del presidente Nicolás Maduro para que el combustible de aviones sea pagado en adelante con la criptomoneda venezolana petro, que fue vetada por el Gobierno de Estados Unidos, despertó incertidumbre en un puñado de aerolíneas que siguen operando desde y hacia Venezuela, reseña la agencia DPA.
La controversial medida puso a correr a las líneas aéreas, luego de la desbandada de las compañías que en los últimos años decidieron retirarse debido a una millonaria deuda.
El prolongado control de cambios, vigente desde comienzos de 2003, generó una deuda de más de 3.500 millones de dólares, tras la promesa de que la empresas podrían repatriar los capitales en divisas.
Ahora que el Gobierno ha puesto en marcha la liberación del mercado cambiario, la escasez de divisas mantiene la crisis inalterada.
“Pondremos en marcha un plan especial de fortalecimiento de las reservas internacionales (unos 8.400 millones de dólares) a través del petro, para que las consolide, las haga crecer y sean soporte del sistema cambiario y monetario del país”, dijo Maduro esta semana.
En el mismo acto, anunció que las aerolíneas en adelante deberán pagar el combustible en petros, además de otros servicios en los aeropuertos. “Ya tenemos la infraestructura tecnológica para proceder de manera inmediata”, aseguró.
ALAV espera por Pdvsa
La Asociación de Líneas Aéreas señaló que aún espera que la exigencia sea formalizada por la petrolera estatal PDVSA.
Una fuente del gremio dijo a la dpa que la medida despertó una serie de dudas, debido a las sanciones financieras que Estados Unidos aplicó a Venezuela y al veto a la criptodivisa venezolana.
Señaló que las operaciones se complicarán, ya que el combustible en Venezuela es pagado directamente en divisas convertibles, dólares y euros.
“PDVSA hoy en día está cobrando el combustible en dólares y euros. Cambiarlos para recibir petros, que tienen tantas limitaciones, sería un despropósito porque el Estado perdería un porcentaje, ya que las divisas las recibe directamente. En cambio, el petro tendría que ser cambiado con una criptomoneda y de allí a monedas convencionales para pagar los servicios”, indicó la fuente, que pidió no ser identificada.
Agregó que las aerolíneas que operan desde aeropuertos cercanos en el Caribe vendrían con suficiente combustible para su regreso. En cambio, las europeas tendrían que hacer escalas en el Caribe para surtir gasolina, lo que encarecería los costos.
“Eso podría encarecer la operación y al final podría ponerla en riesgo”, recalcó.
¿Aerolíneas también enfrentarían sanciones?
El petro fue lanzado a comienzos de este año para saltarse las sanciones financieras de Estados Unidos. Sin embargo, el Gobierno de Washington prohibió realizar operaciones con ella.
Maduro dijo que hasta noviembre el petro solo podrá ser adquirido a través de divisas convertibles u otras criptomonedas. A partir del 5 de noviembre se prevé que sea comprado con la moneda nacional, el bolívar, que está en el centro de la embestida hiperinflacionaria.
Solo en septiembre, la inflación registró un máximo histórico mensual de un 255,8 por ciento, lo que apunta a que la acumulada en el año superará el pronóstico del Fondo Monetario Internacional de un millón por ciento, según la firma Econométrica.
El Gobierno fijó el precio del petro en 60 dólares, equivalente a un barril de petróleo, que es el recurso que lo respalda.
Más de diez aerolíneas internacionales abandonaron sus operaciones en Venezuela ante la imposibilidad de repatriar sus capitales.
Entre las que siguen operando están la estadounidense American Airlines, AirFrance, las españolas Iberia y Air Europea, la portuguesa Tap y la panameña Copa. Ellas cobran los pasajes en divisas.
De asumir el pago del combustible en petros, las aerolíneas también enfrentarían sanciones si violan el veto impuesto.
El petro también fue rechazado por la Asamblea Nacional (Congreso), que está dominada por la oposición.
Analistas dijeron que las criptomonedas no tienen regulación y son libres de comercializarse. El petro, en cambio, es emitido por el Gobierno, que controla y fija su precio de forma unilateral.
Con su desafío a las sanciones de Estados Unidos, Maduro espera conjurar la crisis económica, que es la principal razón del éxodo venezolano hacia países vecinos.