La sesión en el Senado estadounidense para confirmar a Brett Kavanaugh, juez nominado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para el Tribunal Supremo, arrancó hoy después de varias semanas marcadas por las polémicas acusaciones de abusos sexuales contra el magistrado.
Pese a las alegaciones y las dudas de última hora sobre qué votarán los senadores moderados, todo apunta a que Kavanaugh accederá al alto tribunal tras cosechar los respaldos que necesitaba en la Cámara Alta, incluido el de la republicana Susan Collins, que había mantenido la incertidumbre.
La votación es el último paso de un proceso que comenzó el pasado 9 de julio, cuando Trump anunció la nominación de Kavanaugh para el Supremo con el fin de cubrir el puesto vacante dejado por el juez Anthony Kennedy, que se jubiló.
Posteriormente, el 4 de septiembre se iniciaron las audiencias que debían evaluar su candidatura en el Comité Judicial del Senado, donde los demócratas pusieron el foco en sus posturas sobre el aborto y el poder presidencial.
Cuando el comité se disponía a votar, los demócratas pusieron sobre la mesa la acusación de abuso contra Kavanaugh de la profesora de psicología Christine Blasey Ford, que acudió la semana pasada a narrar su versión de los hechos, supuestamente ocurridos en 1982.
Las alegaciones de Ford estuvieron seguidas de las de otras dos mujeres, lo que ocasionó que los senadores presionaran a Trump para que el FBI investigara las acusaciones y emitiera un informe confidencial este jueves.
Trump ha ofrecido su respaldo a Kavanaugh a pesar de las denuncias de las mujeres, y ha asegurado que se trata de un embuste organizado por la oposición demócrata para frenar la confirmación de su nominado al Supremo.
Sin ir más lejos, el presidente insistió hoy a pocas horas del inicio de la votación en que Kavanaugh es un “muy buen hombre”.
EFE