Su atractivo es cero y el gobierno de Estados Unidos incluso prohibió su uso, pero el régimen de Nicolás Maduro sigue empeñado en relanzar al Petro y ahora está tratando de obligar a los venezolanos a que usen la criptomoneda para comprar casas, alquilar habitaciones de hotel e incluso para renovar el pasaporte, publica El Nuevo Herald.
Aun así, expertos financieros creen que el Petro no tendrá éxito, advirtiendo que no cumple con los estándares básicos empleados por las más de 2,000 criptomonedas que son vendidas alrededor del mundo. Además presenta un riesgo intolerable como propuesta de inversión, incluso cuando el régimen anunció que está respaldado por el petróleo, diamantes y oro venezolano.
Muchos venezolanos que tratan de subsistir en una economía en ruinas han encontrado en la minería y en la compra de criptomonedas una forma de ganar divisas.
Pero hasta el momento se han mantenido alejados de Petro, pese a que Maduro lanzó el Petro en febrero con mucha fanfarria.
Los expertos dijeron que la insistencia de Maduro en mantener al Petro con vida está arraigada en las dificultades del país para obtener divisas en medio del colapso gradual de la producción petrolera del país y las sanciones estadounidenses que dificultan la adquisición de nuevos préstamos.
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