Una polémica fiesta sexual de cuatro días que ofrece “ilimitadas” drogas y bebidas alcohólicas con prostitutas está a punto de regresar tras causar indignación en Colombia el año pasado, reseñó Infobae.
Good Girls Co., organizadores del evento llamado “Sex Island”, anunciaron la edición 2018 del evento a través de un sitio web y un video de YouTube -el mismo que había causado alborto hace un año– en el que presentan su propuesta, que tendrá un costo de 6000 USD por persona.
En su página web, “Sex Island” promete dos mujeres “latinas” para cada hombre, shows de sexo en vivo, fiestas en yates de lujo y “sorpresas”.
En total, habrá 60 mujeres para 30 hombres, según los organizadores. Las vacaciones sexuales tendrán lugar del 14 al 17 de diciembre.
“Habrá 60 chicas disponibles para ti. En cualquier momento puedes cambiar a las chicas con los otros 30 invitados”, se lee en la página web.
Todo se desarrolla en una isla privada del Caribe “amigable con las drogas” donde los hombres pueden tener “relaciones sexuales ilimitadas”, intercambiar parejas y cumplir sus fantasías sexuales mientras se van de fiesta “como un millonario”, según afirmaron los organizadores.
Las 60 mujeres están ahí solo para “complacer” a los hombres y hacer que cada una se sienta “como un rey”, y los clientes no deben temer ser arrestados o deportados, dice el sitio web.
El año pasado, los funcionarios colombianos amenazaron con deportar a cualquiera que llegara a Sex Island y dijeron que los organizadores no tenían permiso oficial para operar unas vacaciones de turismo sexual.
Por eso, este año la localidad es secreta, aunque en posteos en las redes sociales pueden leerse los hashtags #Colombia y #Caribe. El año pasado, el evento tenía que ser en una isla privada cerca Cartagena, pero los organizadores tuvieron que trasladar el evento a una nueva ubicación por razones de seguridad.
“Si tienes alguna fantasía especial, asegúrate de informar al anfitrión o a las chicas y ellas se asegurarán de darles vida”, se lee en la página.
Además aseguran que todas las mujeres han sido examinadas y están “libres de cualquier enfermedad de transmisión sexual” y que “existe una regla muy estricta sobre la política de condones y, por supuesto, una cantidad ilimitada de condones”.
Los organizadores del evento han negado las denuncias de trata de personas, afirmando que el evento es legal en el país no identificado donde se lleva a cabo, y todas las mujeres que participan “lo hacen a su libre albedrío” y tienen más de 18 años.
No obstante, el evento “permite el consumo de drogas y nuestras niñas también son amigables con las drogas”.
Por otra parte, prometen que el sexo no será la única actividad que los huéspedes podrán hacer durante estas particulares vacaciones: si se cansan de tener relaciones sexuales, beber alcohol o tomar drogas, pueden tomar una moto acuática personal, jugar al voleibol o relajarse en la playa.
Cada invitado tiene su propio dormitorio en una villa con aire acondicionado con vistas al océano “impresionantes”, servicio de limpieza diario, un “personal de seguridad completo” y chefs que prepararán todo, desde mariscos y platos de pollo hasta sopas y ensaladas.
