La crisis humanitaria de Venezuela es un tema conocido y discutido mundialmente, pero la crudeza de las historias y el sufrimiento de cada individuo se pierden ante la monumental cantidad de cifras de asesinatos, muertes por desnutrición, migraciones bíblicas y evidencias de violaciones a los Derechos Humanos, reseñó El Tiempo Latino.
Por el ojo de la cerradura de la puerta que nos impide ver en detalle todo el horror que vive Venezuela, entrevistamos a Braulio Jatar Alonso, editor del portal web Reporte Confidencial en ese país y quien según la ONG Foro Penal, es uno de los 262 presos políticos cuya libertad ha sido privada por hacer oposición al régimen de Nicolás Maduro.
La noche del 2 de septiembre de 2016 el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, visitó una localidad llamada Villa Rosa. Durante el acto los vecinos “cacerolearon” al mandatario y el régimen empezó a buscar “culpables”.
Jatar cubrió el evento desde el medio para el cual trabaja, constató con fuentes del lugar y se preocupó por transmitir la noticia de la forma más profesional. Lo que ignoró es que eso le iba a costar su libertad.
El editor fue detenido al día siguiente y declarado culpable de los hechos ocurridos en Villa Rosa. Su proceso judicial ha sido arbitrario; muy difícil para él y sus familiares. Sin embargo, encontró la fortaleza, como lo hace cualquier apasionado por las letras: en su mente.
“Cuando me secuestraron a la semana me dije: ‘Caramba, no voy a perder el tiempo sufriendo estas condiciones, voy a construir algo’ y empecé a escribirlo en medio de una oscuridad terrible con ratas y mugre como vecinas”.
“Mientras más encerraron mi cuerpo, más liberaron mi mente”
Desde la detención, a Braulio lo trasladaron tres veces de penal, pasó por cuatro cárceles, hasta que en mayo 2017 le otorgaron “el beneficio” de la casa por cárcel. Por ahora ha logrado publicar cinco libros.
Entre ellos hay una trilogía, con la cual está incursionando en un género “que nos gustaría llamar ‘novelas de ficción histórica de Venezuela’” porque son escritos de acción que recogen hechos históricos, en este caso de la política venezolana.
Terror sobre la balanza, Terror de cuello blanco y Pranato exponen “treinta años de una caída sostenida en lo político, moral, social y económico” de una forma poco tradicional, tocando la realidad y la ficción porque según Jatar “ver lo que vive Venezuela hoy como una causa-efecto de los últimos 20 años, es sufrir de estrabismo”.
“Soy un convencido de que Venezuela saldrá de este horror y no podemos aceptar como aciertos los errores del pasado (…) para avanzar tenemos que condenar lo que nos arrastra hasta el fondo. Por ejemplo, hoy me siento conmovido con la muerte del Concejal Fernando Albán, una tragedia que dentro de un estado de derecho nunca ha debido ocurrir.”
Jatar asegura que parte de la motivación para redactar estos libros es que “tenemos que cambiar nosotros [los venezolanos] para cambiar a nuestros líderes” y agregó que los personajes de la trilogía “solo son posibles porque nuestra sociedad los ha creado”.
Lo cual explica la razón de ser de sus otros dos libros: Lecciones de Inteligencia Emocional y Dios Interno Dios Externo. Ambos escritos en la peor etapa de su detención en trozos de papel con lápices magullados. No obstante, Jatar aclara que la serie “por ahora” culmina con el tercer libro, Pranato. Lo que podría dar a entender que esta se extienda.
A pesar de que el fin de estos libros es dar una visión distinta a los venezolanos, los textos solo se pueden conseguir en Amazon, lo que puede dificultar su adquisición para el que reside en Venezuela por no poseer dólares.
“En Venezuela las casas editoriales están prácticamente desaparecidas. Por otra parte soy un amante de los avances tecnológicos; el poder un escritor cualquiera publicar sus libros directamente me parece apasionante”.
El silencio ensordecedor del caso Jatar
Jatar asegura que aún no recibido represalias por los libros publicados “pero nunca digas nunca”, alerta. Sin embargo, su caso está completamente congelado.
“La Fiscalía tiene dos años ocultando las pruebas que ellos realizaron y demuestran por lo tanto mi inocencia”.
Muchos presos políticos han logrado salir en libertad por tener otra nacionalidad. Sus países los reclaman aunque sean condenados al exilio. Pero Jatar no ha tenido la misma suerte, a pesar de ser ciudadano chileno.
Aunque la Organización de Naciones Unidas (ONU), en conjunto a varias ONG, han solicitado la liberación inmediata en este caso y el gobierno de Chile posee la misma información que estos organismos, la administración anterior no logró la liberación ni la extradición de Jatar.
Sin embargo, según el comunicador, “la actual administración ha dado señales claras de exigir mis derechos ante el gobierno de Venezuela, por ello agradezco al Canciller de Chile, Roberto Ampuero por haber recibido a mi hija Claudia Cristina el pasado 5 de Octubre y al Senador Francisco Chahuán por haber logrado tan importante reunión.”
Para él es necesario que Chile insista en organismos internacionales: “Ahora la ex presidenta Bachelet está en la ONU como Alta Comisionada de los DDHH; es allí donde en junio del 2017 se ordenó mi liberación, pues bien, solo pido que insistan en esa y en todas las instancias internacionales que la han exigido”.