La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que han llegado a 200 los casos de ébola en el actual brote que se registra en la República Democrática del Congo, de los cuales 125 han muerto, lo que confirma nuevamente la alta mortalidad que causa esta enfermedad.
EFE
El brote epidémico tiene lugar en la provincia de Kivu Norte y se ha concentrado en las últimas semanas en una de sus tres ciudades principales, Beni, de donde proceden el 82 % de nuevos casos, indicó el portavoz de la organización, Tarik Jasarevic.
Un total de 35 personas infectadas fueron contabilizadas en la última semana, de las cuales 29 residen en Beni, donde la OMS anticipó que concentrará ahora sus esfuerzos.
Una de las razones centrales para la expansión del virus en esa ciudad del este de la República Democrática del Congo (RDC) es la inseguridad, recordó el portavoz.
Kivu Norte, al igual que otras provincias colindantes, son el escenario de un conflicto armado que involucra a las fuerzas gubernamentales y varias facciones armadas rebeldes.
Un ataque reciente que dejó varios civiles muertos obligó a la OMS a suspender por algunos días sus actividades de vigilancia epidemiológica, de seguimiento de las personas que tuvieron contacto con enfermos, así como de vacunación.
“Los ataques no están dirigidos a los trabajadores que luchan contra el ébola, pero no permiten que los equipos funcionen en toda su capacidad a diario. A veces pueden ir a ciertas áreas sólo un par de horas porque hay protestas o intercambio de disparos”, explicó Jasarevic.
Una parte de la población de esa zona de la RDC ha mostrado desconfianza y renuencia a seguir las recomendaciones de la OMS para frenar la transmisión del ébola, sea por las secuelas causadas por décadas de conflicto o por creencias locales.
“Seguimos viendo casos de gente que primero acuden a curanderos que combinan la medicina moderna y la tradicional, y tardan en ir a los centros de tratamiento, lo que hace más difícil salvarles la vida”, explicó el portavoz.
Para controlar este brote, 15.000 personas -incluido personal sanitario- han sido vacunadas contra el ébola y se hace el seguimiento a 8.000 personas que mantuvieron contacto con el enfermos mientras estaban incubando el virus o cuando empezaron a mostrar síntomas.