Desde que el presidente Donald Trump terminó las separaciones familiares en la frontera, hace tres meses, las familias que cruzan la frontera de Estados Unidos alcanzó “niveles récord”. Esto supone una crisis a la administración Trump a tres semanas de las elecciones de mitad de período, según publica The Washington Post
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el mes de septiembre, los agentes de la Patrullas Fronteriza realizaron 16 mil 658 detenciones, un aumento de un 80 % en comparación al mes de julio según las estadísticas no publicadas del Departamento de Seguridad Nacional obtenidas por The Washington Post.
Grandes grupos de 100 o más padres e hijos centroamericanos han estado cruzando el Río Bravo y los desiertos de Arizona para entregarse, y luego de citar el temor de regresar, a las familias generalmente se les asigna una fecha de corte y se las libera de la custodia.
Asesores de la casa blanca indican que los altos números de arrestos y la caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen al norte han hecho enfurecer al presidente Trump, luego de que sus promesas de gobierno, principalmente, era “detener la inmigración ilegal”.
Señalan que Stephen Miller, asesor principal de política, y Sarah Huckabee, secretaria de prensa de la casa blanca; han estado advirtiendo a Trump que muchos niños están siendo contrabandeados en la frontera y se está utilizando a Estados Unidos.
En un tweet de la mañana del miércoles, Trump instó a los candidatos del Partido Republicano a hacer campaña sobre el tema. “Es difícil creer que con miles de personas del sur de la frontera, caminando sin obstáculos hacia nuestro país en forma de grandes caravanas, los demócratas no aprobarán leyes que permitan leyes para la protección de nuestro país”, escribió. “Gran problema de mitad de período para los republicanos!”
Las últimas cifras del DHS muestran que 107,212 miembros de “unidades familiares” fueron detenidos durante el año fiscal 2018, eliminando el máximo anterior de 77,857 establecido en 2016.
Ha habido varias reuniones de alto nivel en la Casa Blanca sobre los números, dicen los funcionarios de la administración, en las cuales Miller ha canalizado la frustración del presidente.
Miller está presionando por una postura más agresiva, incluidos los cambios en los puertos de entrada de los EEUU que dificultarían la admisión de los centroamericanos que buscan asilo.
“Si octubre es una indicación de lo que está por venir, el año fiscal 2019 va a ser un año muy ocupado”, Manuel Padilla Jr., jefe del sector de Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas, dijo en Twitter. Según Padilla, los agentes del sector, los más ocupados por los cruces ilegales, arrestaron a más de 1,900 personas solo el fin de semana pasado.