Una leyenda mencionaba la existencia de una persona que salía de fiesta sin tomar chupitos, cerveza, vino, cubatas o cualquier mezcla espirituosa. Decían las malas lenguas que ese extraño ser aguantaba hasta las 7 de la mañana sin probar una gota de alcohol, rechazando ofrecimientos etílicos con gran estilo y bailando toda la noche gracias a una droga llamada ‘música’ que mezclaba con algo conocido como unas ‘risas sanas’. En la redacción, tan sorprendidos como tal vez consternados por el rumor, siguieron la pista de ese ‘bicho raro’ que casi se había convertido en un ser mitológico. Pero no tenían que buscar muy lejos: yo era ese espécimen. Así lo reseña ortografiayliteratura.com
Así es ‘amiguis’, nada de compararlos con los unicornios o los dinosaurios, los seres humanos que saben salir de fiesta y divertirse sin tener que beber alcohol EXISTEN. Por muy extraño que parezca, no todo el mundo tiene ‘el chichi pa farolillos’ ni el gusto para el ron o la ginebra. Si odias que te llamen ‘abstemio’ o ‘soso’ pero te gusta ir a festivales de música, tomar algo con los amigos en un bar o simplemente acabar la fiesta en una discoteca, seguro que has pasado por unas fases similares cada noche.
El choque con lo extraño
No hace falta que sean las tantas de la madrugada para tener la primera situación chocante, siempre iniciada por una persona atónita que no entiende por qué no llevas nada de alcohol en la mano:
– ¿Y eso que no bebes?
– Bueno, llámame loco, pero creo el Nestea es una bebida.
– Digo alcohol. ¿Es porque vas a conducir?
– No, es que no me gusta beber alcohol.
– Pídete una cerveza aunque sea, hombre.
– (Cara de oler mierda)
– Venga, que yo te invito.
– (Doble cara de oler mierda: arrugas aún más la nariz)
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