Por donde se camine en el Cementerio de Ninacaca (Pasco), Perú, uno se topará con réplicas de los edificios más emblemáticos del mundo, como la basílica de Roma, el Taj Mahal, una escuela, el santuario del Señor de Muruhuay, una alcaldía y cerca entre sí los estadios de Alianza Lima y de Universitario de Deportes. En este cementerio los nichos hablan por sus muertos. Así lo reseña elcomercio.pe
El distrito de Ninacaca es uno de los trece que conforman la provincia de Pasco, a una hora de la ciudad principal, Cerro de Pasco. Desde hace 20 años, su cementerio se ha convertido en un atractivo turístico por las curiosas réplicas en miniatura que identifican aquello que caracterizó al difunto.
Por ejemplo, si fue hincha de la ‘U’, entonces el estadio Monumental quedará ahí hasta la posteridad; si fue un alcalde, una réplica del edifico edil; si fue fiscal, una pequeña réplica de la fiscalía. En este cementerio las cruces no son imprescindibles. Al contrario, los estilos pueden mezclar la tradicional arquitectura rusa con la bizantina, o incluso de influencia árabe.
El Cementerio de Ninacaca empezó a ser construido de esta manera desde marzo de 1989 a partir de un episodio trágico: un atentado terrorista destruyó el local de la cooperativa San Pedro de Ninacaca, luego el presidente de la comunidad fue secuestrado y asesinado; más tarde el alcalde murió en una explosión y la oficina quedó en escombros. Se levantaron réplicas y los restos de los fallecidos descansaron ahí. Luego, falleció el director de la escuela y como nicho se construyó un colegio en miniatura. A partir de entonces se instauró esta costumbre.
En este Día de los Muertos, se estima que cientos de personas concurrieron al camposanto para visitar a sus difuntos o para conocer las extravagantes lápidas.