Desde tempranas horas de la mañana de este viernes hubo disturbios en el área de pescadería del mercado de Chirica, en San Félix. Funcionarios de la Guardia Nacional y Policía Municipal tomaron el lugar para desalojar a los vendedores de pescado, quienes rechazan una reubicación al mercado de mayorista. Los uniformados arremetieron con perdigones, bombas lacrimógenas y disparos, según reseñó Correo del Caroní.
“Hay una comunidad entera que se beneficia de nuestro trabajo, queremos trabajar en nuestra plaza de mayorista donde tenemos toda una vida, son 55 años en el mercado de Chirica (…) quieren llevarnos a una parte que no está apta, hasta los de Insopesca (Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura) dijeron que no estaban en condiciones”, manifestó Dorimar Vargas, presidenta de la Asociación de Pescaderos.
Señaló al secretario de Gestión Ciudadana de la Alcaldía de Caroní, Roy Quiaragua, y a la secretaria de Gestión Económica Caroní, Yasmín Chaurán, de ordenar la arremetida contra los locatarios.
“Arremetieron contra nosotros y empezaron a disparar. Un sargento me disparó prácticamente a quemarropa, después arremetieron contra los camiones de pescado, rompieron cuatro con disparos”, denunció Jesús García, uno de los vendedores herido con perdigones en el pecho.
“Queremos que el alcalde se aboque, que nos dé una buena respuesta de por qué nos quiere desalojar. Tenemos años trabajando aquí porque es de generación en generación, aquí trabajaron nuestros padres y abuelos (…) tenemos unos camiones cargados de pescado y no podemos trabajar. No somos malandros, somos padres y madres trabajadoras, ¿o lo que usted quiere alcalde es tener un poco de malandros en la calle?”, fustigó Carmen Morillo, trabajadora del centro de compras.
La concejala de Caroní, Aida González, comentó que tanto Quiaragua como Chaurán han sido citados en tres oportunidades a la Cámara Municipal, para tratar el tema de los vendedores en el mercado de Chirica, pero no se han presentado, por lo que por mayoría se aprobó una sanción para ambos, la cual implica un nuevo citatorio y acudir a otras instancias.
Los vendedores manifiestan que el mercado de mayorista no está habilitado para laborar, alegaron falta de agua, baños y seguridad. Son 65 miembros de la asociación, cada uno con cuatro trabajadores, sin contar con los indirectos (vendedores de bolsas, carrucheros, vendedores de café, entre otros), por lo que estiman que más de 300 personas se ven afectadas.