Conoce la regla del 18/40/60 de Jack Canfield, por @coachmimoran

Conoce la regla del 18/40/60 de Jack Canfield, por @coachmimoran

María Inés Morán @coachmimoran

La regla del 18/40/60 fue creada por el reconocido conferenciante y escritor en temas de desarrollo personal, Jack Canfield, para sacudirte todos los fantasmas y paradigmas, ser libre y alcanzar la felicidad.

Este autor del célebre libro “Sopa de pollo para el alma”, con un ejemplo sencillo de edades, te señala cual es la actitud correcta que debes tener ante la vida y lo explica así: A los 18 años uno se preocupa por lo que los demás piensan de ti; a los 40 años te resulta igual lo que los demás piensen de ti y a los 60 te das cuenta que nadie nunca ha pensado en ti.

Por ello, si eres de los que se preocupan por lo que los demás piensan de ti, no te preocupes tanto. Cada quien esta tan centrado en sus asuntos que en todo caso, de llegar a pensar en ti, es para saber qué opinas de ellos. Así que relájate, haz lo que amas y disfruta. Date el chance de ser más libre y por ende más feliz.





Además de esta singular regla, Canfield, cree en siete principios para alcanzar el éxito

Profesionaliza tu pasión. La vida es en extremo corta y frágil como para perder tus horas y tus años atado a un trabajo que no disfrutas. Descubre dentro de ti ese genio interior, ese algo que haces tan bien, que lo disfrutas y hasta te divierte. “Si tu trabajo es sólo un trabajo entonces no es tu trabajo. No desperdicies tu talento”. Si eres bueno en ese algo que haces, ponle valor y profesionaliza tu pasión y la mejor señal de éxito, es que puedas llenar tu nevera haciendo lo que te gusta.

Arriésgate e inténtalo siempre. Si evitas permanentemente arriesgarte, entiende que estas obstaculizando tu evolución y crecimiento. No te preocupes por los fracasos, preocúpate por las posibilidades que pierdes cuando ni siquiera lo intentas. Intenta siempre, eso te pondrá adelante de los que nunca intentan nada. Al intentar algo adquieres experiencia que te permitirá sortear futuros retos. “Hay gente que nunca se ha equivocado, pero toda su vida es un error”.

Primero actúa, segundo actúa. Lo que aspiras, lo que anhelas, lo que deseas está allí esperando por ti, pero tienes que ir por él, tienes que actuar para obtenerlo. Sin demora, porque al final del día nada tarda tanto como lo que no se empieza. A lo mejor, lo conseguido durante el primer mes te parece poco. Espera seis meses y verás en qué se ha convertido. Espera un año y comprueba hasta dónde has llegado.

Cambia los malos hábitos. Al final ¿qué son los hábitos?, los hábitos no son otra cosa que un comportamiento que hacemos de forma natural, y nuestra vida es un reflejo de ellos. Cambiar de hábitos exige un plan, acciones concretas para materializarlo y disciplina férrea para cumplirlo sin saltárselo.

Ante un No llama a otra puerta. Vence el miedo al rechazo, la gente que no acepta ser rechazada nunca logra nada. En otras palabras, dispara muchas más veces, para aumentar la probabilidad de que te digan «sí»; cuantos más disparos hagas, más posibilidades de dar en el blanco. Reflexiona ¿Cuál es el riesgo de que te digan que no? Quedarte como estabas, o sea, ningún riesgo.

Persevera. Los grandes logros son alcanzados por esos tercos que no desisten, que no se desalientan y que persisten. Sigue adelante, comprométete con tus metas y no pierdas la esperanza por muy difícil y desalentador que, a ratos, te parezca el camino hacia el éxito.

Aprende de la gente y de los libros. Finalmente, y no menos importante, dos tesoros que debes cuidar para ser cada vez más sabio: los libros que lees y las personas que conoces. Leer no es otra cosa que incrementar los recursos con los que contamos para materializar nuestros objetivos. Leer aumenta tus posibilidades de tener éxito, como también lo alcanzas aumentando tu red de contactos. Recuerda que la vida se basa en relaciones, y la calidad de tus relaciones determinará la calidad de tu éxito, por ello cultiva tu red de contactos y sé ambicioso con ella para hacerla crecer.

Ya sea que estés en la edad de 18 años, o en tus 40 o quizás en tus 60 años de edad, puedes, tal como dice Canfield, enfocarte en lo que te apasiona y tratar de ser siempre el mejor en lo que haces. No te distraigas en lo que los demás piensen de ti, y abrirte a la fuente de conocimientos: los libros y la gente. Tú puedes cambiar tu mundo, ¡Adelante!


María Inés Morán

@coachmimoran