Cientos de trabajadores del sector educativo se apostaron hoy ante la sede del Ministerio de Educación en Caracas para exigir mejoras salariales, en lo que se tornó una tensa protesta luego de que varios de los manifestantes intentaran ingresar por la fuerza a la institución gubernamental.
El forcejeo se produjo en varias oportunidades y los empleados argumentaban que querían conversar con el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, pese a que previamente ya había ingresado a la institución una comisión para ello.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) llegó al lugar y tomó el control de la entrada después de varios minutos de tensión y de forcejear con algunos de los que intentaban ingresar a la fuerza.
Los manifestantes comenzaron a gritar “fuera” cuando llegaron los miembros de la PNB que supuestamente les agredieron al intentar crear un cerco policial.
Los docentes y trabajadores de otros sectores dependientes del Estado mantienen desde junio pasado protestas por incrementos salariales, respeto a los contratos colectivos y demás beneficios, que aseguran que se han perdido por causa de la inflación y por las medidas económicas tomadas por el presidente, Nicolás Maduro.
En el lugar se encontraban trabajadores educativos de Caracas y de los estados centrales de Miranda, Aragua y Guárico, mientras en Zulia (noroeste), Mérida (oeste), Monagas (este) y Sucre (este) también se registraban protestas de empleados públicos por los mismos motivos.
“Esto se está haciendo a nivel nacional (…) aquí se encuentra (personal) docente, obrero y administrativo para que el ministro de Educación entienda que queremos que se nos respete la contratación colectiva que este mismo año fue firmada por el presidente”, dijo a periodistas el sindicalista Edgar Machado.
Los empleados públicos también han denunciado “persecución” y despidos “injustificados” en medio de este conflicto laboral.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, atraviesa una severa crisis económica expresada en una inflación de 3 % diaria, fallos en los servicios públicos y escasez de alimentos, medicinas.
Maduro tomó una serie de medidas económicas el pasado agosto, entre las que se encuentra un aumento del salario mínimo en 3.500 %, la eliminación de cinco ceros a la moneda, el control de precios de algunos productos y una reforma tributaria.
El salario mínimo quedó establecido en 1.800 bolívares (27 dólares según el cambio oficial), pero la canasta alimentaria para una familia de 4 personas costaba para el mes de septiembre 12.211 bolívares (187 dólares), según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda).
Aunado a esto, en Venezuela se registran también protestas por la falta de gas, agua, luz, y la demora de la caja de alimentos que entrega el Gobierno de forma subsidiada a un sector de la población. EFE