El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, endureció este martes el tono contra el movimiento de los “chalecos amarillos” -manifestantes que visten chalecos reflectantes y protestan contra la subida del precio de los carburantes- y denunció “la deriva total” de las manifestaciones.
Castaner declaró en una entrevista en el canal público de televisión “France 2” que el movimiento se ha radicalizado y lamentó el gran número de heridos, que asciende a más 500 y un muerto desde el inicio de las protestas el pasado sábado.
“Vemos hoy que hay una radicalización del movimiento con reivindicaciones que ya no son coherentes y que van en todos los sentidos. La intención es bloquear Francia”, arguyó Castaner, que apuntó que 92 miembros de la fuerzas del orden han resultado heridos durante los primeros tres días de protestas.
Según Castaner, tres policías resultaron heridos la pasada noche durante la evacuación de un centro comercial en Langueux, en Bretaña (oeste), al ser golpeados con bolas de petanca, y dijo que había hombres armados con barras de hierro y cócteles molotov.
Aunque el número de manifestantes ha caído notablemente desde el sábado, ayer lunes 27.000 personas seguían movilizadas, bloqueando carreteras y refinerías, según cifró el Gobierno.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, pidió este martes en una entrevista en la emisora “France Info” que se preserve el derecho a la circulación y condenó “un cierto número de derivas homófobas y racistas”.
“Podemos expresar lo que queramos en nuestra democracia dentro de la calma y la dignidad. Este extremismo me inquieta y requiere una actuación firme”, dijo Le Maire.
A través de las redes sociales, donde se han organizado hasta la fecha, los manifestantes han convocado una gran protesta este sábado en París.
El Gobierno francés advirtió de que las fuerzas del orden intervendrán si hay un “bloqueo total” de las carreteras y autopistas.
EFE