Con angustia observamos el ascendente número de delitos que cometen nuestros jóvenes a lo largo y ancho del país, donde los analistas sociales indican que es el resultado de la falta de oportunidades para obtener un trabajo (se estima que la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 25 años supera el 35%), unido a la alta deserción en las escuelas primarias y liceos, donde se considera que es en nuestras zonas rurales y barrios donde se observan los más elevados números de inasistencia escolar.
Nota de prensa
Muchos de los jóvenes que están cometiendo los delitos van desde los 15 a los 25 años en su gran mayoría. Las estadísticas reflejan que casi el 75% de estos son realizados por estos grupos que preocupantemente se han venido organizando a lo largo y ancho del país. Considerándose que la crisis social en que nos encontramos es la principal razón, a las familias no contar con los ingresos suficientes para darle alimentación, ropa y zapatos para cumplir con sus tareas educativas, muchos son abandonados a su propia suerte, por lo cual buena parte de ellos se dedican a la vagancia y otros se Incorporan a estos grupos que cometen los delitos.
Observándose en su forma de actuar como algunos lo hacen con mucha violencia, así lo demuestra el alto número de lesionados, heridos y asesinatos cometidos. Lo cual ha conducido a una especie de histeria colectiva que se observa en la angustia que tenemos de manera permanente cuando salimos de nuestras casas.
Lo podemos observar en la vida nocturna en nuestras ciudades o comunidades donde se tiene mucho temor para salir de noche, incluso durante el día muchas bandas operan, desde vehículos, motos, a pie cometiendo atracos y arrebatones.
Nuestras carreteras, autopistas y cualquier vía de comunicación. Tienen altos niveles de inseguridad siendo considerado de alto riesgo viajar después de las 7 de la noche y antes de las 5 am. Lo preocupante es la formación de grupos que están creciendo en cada una de las comunidades que se encuentran cercanas a nuestros ejes viales, se observa en el número de vehículos, camiones, autobuses y gandolas asaltados, donde no solo se despoja de sus pertenencias o carga que llevan, también preocupa el creciente número de heridos y muertos que estos grupos organizados causan cuando no se les entrega las pertenencias o no se atiende con prontitud sus requerimientos.
Se hace necesario realizar el mayor esfuerzo para disminuir la alta cantidad de nuestros jóvenes que se encuentran en actividades delictivas, algunos estudiosos en el tema consideran que unos 250.000 de ellos están organizados en grupos dedicados a estas actividades, se observa en el número creciente de fallecidos en enfrentamientos con las autoridades o entre sus propios grupos. Otro indicador es la cantidad de detenidos en los distintos centros policiales y cárceles a lo largo y ancho del país, donde más de un 70% de los presos son jóvenes menores a los 25 años.
Para al menos evitar un crecimiento de más cantidad de jóvenes en estos grupos. Se hace necesario fortalecer los medios de asistencia económica, programas escolares que incluyan alimentación, dotación de uniformes, zapatos, etc. para disminuir la deserción escolar.
Así como crear actividades deportivas, educativas y culturales donde estos jóvenes se sientan activos y tomados en cuentas.
Muchos programas se han desarrollado en distintos países con buenos resultados. Se estima que el 96% de nuestros jóvenes no han caído en las redes del delito, incluso muchos de ellos han sido víctimas.
En este momento tenemos entre la edad de 8 a 15 años unos 4 millones de niños y jóvenes que necesitan una atención directa para lograr que se mantengan en sus escuelas y liceos y así lograr disminuir a sus mínimos niveles la deserción escolar y con ello prevenir que no siga creciendo el número de los que cometen delitos en el país.