El próximo domingo, los venezolanos están llamados a elegir a más de 2.400 concejales de todo el país, pero todo parece indicar que por la naturaleza de los comicios y por la poca confianza que el sector opositor dice tener en el árbitro electoral, estas votaciones serán grises y marcadas por el desánimo.
Además, estos comicios se celebran mientras el país se mantiene sumergido en la peor crisis económica de su historia, con unas festividades navideñas prohibidas para una mayoría que perdió su poder adquisitivo y con un antichavismo que ya no quiere participar en elecciones que, asegura, fortalecen a “la dictadura”.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, invitó a los ciudadanos a participar en estas votaciones que, a su juicio, demuestran que en Venezuela la democracia “se ha fortalecido” y por ello “votar se ha convertido en un hecho cotidiano”, lo que considera un hecho “extraordinario”.
Desde la otra acera, la oposición ha anunciado desde hace más de un año que no participará en comicios mientras el Poder Electoral se mantenga controlado por los que consideran representantes del Gobierno y mientras los principales líderes del antichavismo se mantengan inhabilitados para optar a cargos públicos.
Es por ello que los principales partidos opositores, Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP), no se postularon para las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo en las que fue reelegido Nicolás Maduro, lo que los llevó a la inhabilitación para las siguientes contiendas.
A estos comicios municipales se llega entonces con pocos partidos políticos antichavistas y con el desánimo que deja un año protagonizado por la hiperinflación, la pérdida del salario, la poca confianza en las instituciones y la separación de las familias por causa de la migración masiva.
El partido Primero Justicia, del dos veces candidato a la presidencia Henrique Capriles, dijo que no participará en lo que considera una “farsa”, al referirse a estas elecciones de concejales y que los dirigentes de esta organización que asistan a estos comicios saldrán de sus filas.
Así como PJ, la organización fundada por el líder preso Leopoldo López, Voluntad Popular, ha dicho que la batalla en contra del Gobierno debe ser para lograr la salida definitiva del poder de Maduro y que ir a comicios organizados por un CNE que consideran su aliado es darle fuerzas.
En otra posición se ubican los opositores que quieren ir a elecciones como los partidos Copei, Avanzada Progresista, Esperanza por el Cambio y el Movimiento al Socialismo (MAS), que sostienen que no se pueden ceder más espacios al oficialismo.
El secretario general del MAS, Felipe Mujica, dijo sobre estas elecciones que son una oportunidad para demostrar que hay una mayoría que rechaza al Gobierno de Maduro y pidió a los partidos opositores que no participarán que “rectifiquen”.
“Tenemos frente a nosotros una nueva oportunidad de demostrar de qué lado está la mayor parte del país, por cierto, posibilidades que también se presentaron para la elección presidencial, de alcaldes, de gobernadores y fueron desperdiciadas”, declaró el dirigente esta semana.
La dirigente opositora María Corina Machado, líder del movimiento político Vente Venezuela, se mantiene, entretanto, de gira por el interior del país pidiendo a los ciudadanos que se mantengan en el discurso de que Maduro es un presidente “ilegítimo” como lo declaró el llamado Tribunal Supremo “en el exilio” y llamó a no votar.
“No son elecciones, es una farsa”, dijo desde el occidente del país y pidió: “No perdamos el tiempo, a Maduro lo vamos a sacar con la fuerza ciudadana, institucional e internacional”.
Mientras, el considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, dijo en el acto de cierre de esta campaña electoral que “cada espacio” que “deje la derecha” -como llama a la oposición- “debe ser tomado por la revolución” -al referirse al Gobierno de Maduro-.
El analista y presidente de la encuestadora Delphos, Félix Seijas, ha pronosticado una abstención “récord en la historia del país” para estos comicios y señaló que no cree que la participación de votantes supere el 20 %.
EFE