Brasil se retirará de un pacto de Naciones Unidas para abordar la creciente migración, dijo el próximo ministro de Relaciones Exteriores, en una medida similar a la adoptada por Estados Unidos y otros países que rechazan ese acuerdo.
Ernesto Araújo, que asumirá el cargo en enero en el Gobierno del presidente electo de extrema derecha Jair Bolsonaro, dijo que al acuerdo internacional es “un instrumento inapropiado” para lidiar con el tema y que los países deberían crear sus propias políticas.
Con un récord de 21,3 millones de refugiados a nivel global, Naciones Unidas comenzó a trabajar en un acuerdo no vinculante después de que más de un millón de personas llegaron a Europa en 2015, muchas de ellas huyendo de la guerra civil en Siria y de la pobreza en África.
El acuerdo, que aborda temas tales como la protección de los migrantes, su integración y su envío a sus respectivos países, ha sido criticado por políticos europeos mayormente de derecha, que dicen que podría incrementar la inmigración.
En julio, los 193 miembros de la ONU, excepto Estados Unidos, acordaron el documento del pacto, pero sólo 164 -incluyendo representantes del actual Gobierno saliente de Brasil- lo ratificaron formalmente el lunes en una ceremonia en Marrakech, Marruecos.
“El Gobierno de Bolsonaro se disociará del Pacto Global sobre Migración… un instrumento inapropiado para abordar el problema”, escribió Araújo en Twitter más tarde ese mismo día.
“La inmigración no debería ser tratada como un tema global, sino en concordancia con la realidad de cada país”, agregó.
Araújo dijo que Brasil seguirá recibiendo a refugiados de la vecina Venezuela, pero que “el punto fundamental es restaurar la democracia” en esa nación.
Diez países, la mayoría de Europa del este, han anunciado que se retirarán del pacto migratorio de la ONU, mientras que Chile anunció el fin de semana que hará lo mismo. Reuters